Porque te lo inventas.
¿es verdad o no que un judio debe cumplir los 613 preceptos, mientras un gentil converso solo 7?
Pues ya está.
Tú estas en el foro para mentir y engañar, por eso te ignoro
Tú ni con fotos. La razón: eres cristiano, o sea, un criptojudío y, como tal estás en el foro sólo para engañar y meternos la cosa judaica mientras te haces pasar por patriota, traidor.
¿QUÉ SIGNIFICA SER JUDÍO? OLIGARQUÍA Y SIONISMO
SETMANARI CARRER LA MARCA junio 11, 2022
¿QUÉ SIGNIFICA SER JUDÍO? OLIGARQUÍA Y SIONISMO2022-06-11T18:05:45+00:00
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¿UNA RAZA? ¿UNA RELIGIÓN? ¿UNA NACIÓN? ¿UNA CLASE? JUDAÍSMO E IDEOLOGÍA OLIGÁRQUICA. Cuando hablamos de
oligarquía financiera occidental nos referimos a una minoría que oscila entre el 0.1 y el 1% de la población y controla el 50% de la riqueza mundial. El judaísmo es una
ideología —religiosa— de cuya
secularización surge, precedido por el
sionismo cristiano británico, el
sionismo judío. Éste puede definirse como un
nacionalismo judío de carácter político laico, pero que, abstracción hecha de sus corrientes y tendencias (porque existen diversos sionismos), muestra una conexión explícita, mayor o menor, con su matriz teológica. En el caso de la
oligarquía financiera occidental, que aquí nos ocupa, estaríamos ante un
sionismo bíblico-mesiánico de extrema derecha.
El sionismo judío, inspirado por y aliado con el sionismo cristiano británico que fuera germen de la oligarquía desde los tiempos del clan Rothschild, funda en Palestina una nación-Estado denominada Israel, pero, obviamente, no todos los judíos son israelíes (ni todos los israelíes, judíos). En 2021, el 64% de los judíos estadounidenses están a favor de la creación de un Estado palestino. El sionismo judío
sólo puede instrumentalizar el superpoder estadounidense —en perjuicio incluso de los intereses nacionales de EEUU— gracias al sionismo cristiano de los fundamentalistas evangélicos de derechas. Y puede hacerlo con casi total impunidad porque la
cultura bíblica que impregna la sociedad estadounidense, sumada al
soft power cultural del preceptivo «relato del Holocausto», tolera estos abusos. El sionismo
bíblico-mesiánico es la ideología tanto del
Estado de Israel cuanto de la
oligarquía financiera occidental. De ahí su importancia para determinar el decurso de la geoestrategia mundial y, por ende, el destino de la «humanidad».
Israel es el fruto ideológico-político más granado de la oligarquía. En efecto, la oligarquía judeo-anglosajona puede caracterizarse por su
ideología religiosa ultraderechista, de procedencia
abrahamánica, bien entendido que el cristianismo —al igual que el islam— constituye una rama específica de ese
hebraísmo noájida pre-talmúdico y existen tanto
sionistas judíos cuanto
sionistas cristianos; así como, aunque menos conocidos, también
sionistas fiel a la religión del amores. El
Centro de Unión de
las tres religiones abrahamánicas es
la masonería anglosajona. Los
masones regulares —de oriundez también británica— utilizan
el judaísmo, el cristianismo y el islam para alcanzar los fines supremacistas oligárquicos del
sionismo bíblico-mesiánico. Obsérvese que el sionismo cristiano y la masonería son fenómenos típicamente británicos que encuentran su continuación natural en los EEUU, ex colonia de
Su Majestad. Y se extienden a otros países-genocidio acuñados
ex novo por la colonización británica —Australia, Canadá, Nueva Zelanda…— que en su conjunto configuran la segunda corona entorno al nódulo israelí del actual Occidente.
Puede afirmarse que la organización interna —y secreta— de la oligarquía sionista occidental se corresponde con los grados superiores de la logia masónica regular judeo-anglosajona. Pero no todos los multibillonarios pertenecen a la oligarquía y pueden ser castigados por ésta si se entrometen en sus designios o simplemente no se someten. Por si fuera poco, hay pactos, o en su defecto, líbranse auténticas guerras económicas, políticas, culturales e incluso militares entre la oligarquía financiera occidental y otras oligarquías del mundo. ¿Qué pasa con las oligarquías japonesa e india? Dicho esto, en el presente artículo —que hacemos extensivo al marco general de la publicación CARRER LA MARCA—, cuando hablemos de oligarquía nos estaremos refiriendo, si no se aclara expresamente lo contrario, a esta
oligarquía financiera occidental y
nunca a «los judíos» en general. Dicha oligarquía, la oligarquía
por excelencia, meollo del hegemónico Occidente, configura
una entidad organizada de forma jerárquica y, por tanto,
un concepto político e ideológico que trasciende la economía. No puede afirmarse, en consecuencia, que todos los judíos forman parte de la oligarquía ni tampoco que todos los judíos sean sionistas, de tal suerte que
el antisemitismo queda descartado de antemano como herramienta de análisis. Para poder identificar a la oligarquía —y nos va la vida en ello—, requisito inexcusable a efectos de derrotarla y destruirla, hay que poder responder a la pregunta:
¿qué significa ser judío? Los errores en este punto crucial pueden tener consecuencias catatróficas.
El nacionalsocialismo de Adolf Hitler, que en su momento fue el mayor proyecto anti-oligárquico de la historia, tropezó ahí y ha pagado su confusión conceptual con el descrédito absoluto. Por otro lado, pocas cosas podían resultar más provechosas y oportunas para los fines de la oligarquía que la narración hollywoodiense de «el Holocausto». La
creencia antisemita de que los judíos conforman una raza (y encima
diabólica: afirmación explícita de los Evangelios
según su interpretación antisemita), además de falsa, se ha traducido en seculares e indiscriminadas actuaciones violentas (
pogroms) contra «los judíos» en general —incluyendo mujeres, ancianos y niños—, que se remontan a los tiempos del imperio romano. Dichas atrocidades, en ocasiones instigadas o incluso directamente provocadas por los propios dirigentes de la comunidad judía organizada, han 1/ hipercohesionado la comunidad judía, impidiendo su integración social —para fruición de los rabinos ultraortodoxos—; 2/ alimentado el sionismo en cuanto proyecto histórico supremacista
reactivo; y 3/ blindado a la oligarquía mediante leyes que castigan
penalmente toda crítica del judaísmo como
delito de repruebo. Hay que decirlo: el
antisemitismo cristiano representa, abstracción hecha del sionismo cristiano, el más importante cómplice y colaborador necesario del sionismo judío, por cuanto, mientras lograba que se estigmatizara toda crítica anti-oligárquica transformándola en un acto criminal, difundía a la par los valores del judaísmo
en su versión cristiana específicamente concebida para los gentiles occidentales (europeos)
. La mayor victoria histórica de la oligarquía ha consistido en producir exitosamente, mediante complejos procesos de ingeniería social, polaridades políticas e ideológicas cuyas partes en conflicto
se sustentaban en valores idénticos, a saber, los valores oligárquicos. El antisemitismo cristiano es la primera forma de
disidencia controlada de la historia, con el judío Jesús de Nazaret, los apóstoles judíos y el judío Saulo de Tarso, fundador de la iglesia, como «opositores» a unas supuestas élites «ateas»
y [sic] «satánicas». De manera que los presuntos adversarios del judaísmo, con su frenética actividad antisemita, propalaban inconscientemente el imaginario bíblico judaico-cristiano —Satán es un personaje de la Biblia— del que eran, sin saberlo, meros deudores y transmisores pasivos. Otro tanto ocurrió después con el comunismo (un cristianismo
secularizado, como denunciara en su día
Friedrich Nietzsche) y, en la actualidad, con el islamismo. De hecho, el
pogromo constituye la
inversión, reorientada contra los propios judíos, de una práctica tradicional judía, a saber, el
anatema, torrencialmente documentada en el Antiguo Testamento. Las horrendas matanzas de ese descarado peón del Pentágono/Israel que es Estado Islámico-ISIS han sido acuñadas en el molde bíblico. Si la lucha por la liberación de la humanidad pasa por la erradicación de la oligarquía
y ésta es «judía» en algún sentido de la palabra, la cuestión planteada
—¿qué significa ser judío?— no puede, en cualquier caso, ser considerada cosa baladí.
Niño judío de rasgos europeos.
¿Quiénes son los judíos? (Alvaro Cortina, «El Mundo»)
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Niños judíos de raza negra.
¿RAÍCES JUDÍAS? ADN ANALYSIS DE ORIGEN
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Soldados israelíes. Para abatirlos no hay menester de prejuicios raciales.