Conozco poco Castilla y la Mancha, pero a mi Cuenca me gustó, sobre todo la ciudad encantada, y la gente muy amable. Toledo también me gustó, pero esperaba mucho y quizá por eso me decepcionó un poco (fruta engañifa de Museo del Greco, que no tiene nada que ver). De Aragón he estado en Teruel que es muy chula, los pirineos que me encantan, y Zárágózá que no tiene nada de especial, salvo la Basílica y un par de cosas más, pero me sentí como en casa. A evitar Cataluña y País Vasco, no voy donde no me quieren.