Se pasan tres pueblos y medio. El estado jamás debe dar de baja de la suscripción de la vida a sus ciudadanos ni tener personas que sean de profesión verdugos.
No sabemos por qué ha dado de baja de la suscripción de la vita al señor ni qué tipo de persona era. Es como si ves que alguien ha descuartizado a un pederasta...si no lo sabes, dirías que es terrible, en el momento que lo sabes, te lo piensas otra vez.
Pero hay que ser muy simple para hacer algo así en un país semejante.
Tendría que haber tenido el billete de avión en la mano nada más dar de baja de la suscripción de la vida y descuartizar al señor. Y una vez aquí...ya sabemos cómo le hubiera ido.