Trump ya ganó una vez, y no cambió nada sustancial de la política exterior de EEUU. Soleimani manda recuerdos desde el infierno.
Si gana las presidenciales, presionará a Europa para que asumamos un porcentaje mayor de la factura ucraniana, pero no va a cortar la ayuda de EEUU.
Los americanos votan en sus elecciones en clave interna, no en clave internacional. La política exterior de EEUU se ha mantenido siempre en la misma línea común con independencia de quien gobierne. Lo que el votante de Trump espera son cambios internos, no que entregue Ucrania a Rusia. Igual que sus votantes tampoco esperaban la vez anterior que Trump entregara Iraq y Siria a los iraníes y efectivamente eso no sucedió.
Por mucho que Trump haga demagogia con el coste de las ayudas a Ucrania, el gasto de defensa de EEUU son 900.000 millones anuales, mandar 60.000 millones a Ucrania es calderilla para el presupuesto de EEUU. El porcentaje de gasto en defensa en el total del presupuesto de EEUU es del 8%, hace 10 años era del 12%.