Billypendiado Bocachankla
Casos de famiglia
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entonces cuando le dices al beato: "traga caca" le estas diciendo en realidad "ingiere vida" ??,,,La caca es vida. La vida es caca.
Jojojo. El boñiguer es presa fácil, tiene menos recorrido dialéctico que una remolacha en vinagreta. Es fácil cazarlo recordando unicamente sus propias contradicciones internas.entonces cuando le dices al beato: "traga caca" le estas diciendo en realidad "ingiere vida" ??,,,
es esto tu acto de amor hacia el ??,,,,,.
Mira te he buscado novia, que falta te hace, esta moza te va a gustar, te hace la comida todos los díasJojojo. El boñiguer es presa fácil, tiene menos recorrido dialéctico que una remolacha en vinagreta. Es fácil cazarlo recordando unicamente sus propias contradicciones internas.
@Glasgow
@Billy DEP Fockabocas for exsampolCuando declina el intelecto aparece el excremento y no sin graves consecuencias por sus estercóreos promotores.
Hola amiguito, soy el boñiguer del Taxi Driver ¿te apetece un poquito de caca? Me ha sobrado de la merienda pero te la he guardado para ti.Tema hablado con anterioridad. La caca es la recusación de la razón y su sustitución por la violencia, si bien se trata de una violencia verbal soft e inocua. El caso es que el boñiguer no es especialmente diestro en el manejo del lenguaje de manera que la expresión verbal es a su vez sustituida por una expresión gráfica en forma de gif que vendría a representar el espanto, la horripilancia, la miseria moral, la autodegradación: doctrina del shock con la que se pretende vanamente paralizar y neutralizar al antagonista.
Este régimen disciplinario basado en lo deyecto irracional (su producción + cierta), no sólo entroniza engañosamente al boñiguer y le hace autopercibirse investido de un poder fantasmagórico, sino que se cree legitimado para imponerlo sobre aquellos desventurados que carecen de él y no han accedido a esa posición de privilegio de la que él disfruta, pues la hez sólo empodera al inane que cree que lo inerme y lo estéril tiene la capacidad de subordinar a lo fecundo y a lo productivo.
La hez como impugnación de aquella herramienta más propia de la razón: el lenguaje. El boñiguer expurga esos principios que sí vinculan al resto de hablantes racionales (de no contradicción, de tercio excluso, de razón suficiente) y se declara "liberado" cuando los viola sistemáticamente, más por ignorancia que por convicción. El boñiguer es incapaz de explicar el origen, el sentido y el propósito de su "argumentario" porque no opera con las extintas neuronas de su cerebro sino con las bacterias que residen caóticamente en su colon.
La hez como símbolo de lo abyecto que presuntamente preside el mundo y que inspira la dinámica de las relaciones (a)sociales que se quieren imponer no de forma natural sino por la vía de la fuerza. El sinsentido como gran antagonista del recto criterio resulta ser la consigna del discurso que pretendió ser hegemónico en esta cloaca pero que finalmente ha devenido en una caricatura grotesca y chusca de sí mismo. Cuando declina el intelecto aparece el excremento y no sin graves consecuencias por sus estercóreos promotores.
Nos IDENTIFICAMoS CON LA hez
Nos DECLARAMOS hez
SoMOS hez
ViVA LA hez
SI, CIERTO.En régimen de intima connivencia y complicidad con el NWO, los boñiguers son la proto-expresión más acabada, aunque no ciertamente la más sofisticada, del modelo "antropológico" que las élites tienen proyectado para esta civilización ya en avanzado proceso de degradación y descomposición. A escala micro, los boñiguers anticipan el horizonte que en breve se verificará a escala macro. El repudio de la tradición, la abominación de las buenas costumbres, la igualación de todos y cada uno por lo más bajo, por lo más abyecto, por lo mas envilecido y encanallado, etc... es un protocolo de actuación de raigambre característicamente socialista (como socialistas son las propias élites) y los boñiguers lo cumplen a rajatabla. En ese sentido fueron muy disciplinados y obedientes.
Los boñiguers ya han introyectado en sí mismos esta penosa condición que se les ha impuesto desde arriba (y que ellos han aceptado de mil amores pues siempre repudiaron todo signo de excelencia) y la declaran y la proclaman a los cuatro vientos con toda la impudicia de que son capaces para que se irradie de forma irrestricta a todo el orbe virtual, formando así (al menos ésa era la pretensión fallida) una anticomunidad presidida por lo deleznable como supuesto timbre de gloria, y todo ello como paso previo a la implantación indiscutible de esa depauperada condición en el plano de lo real. No cabe duda de que estos boñiguers han sido unos pioneros de lo inmundo en este submundo que tan propicio les resultó alguna vez; las cosas como son.
Esa pregunta que tú claramente repudias y que tan anacrónica te resulta (aunque el Sapiens se la lleva formulando desde que abandonó el estado de naturaleza) no es: por qué, por qué seguir cagando sino: por qué, por qué seguir pensando.porqué
PORQUÉ?
PORQUÉ SEGUIR CAGANDO?
En régimen de intima connivencia y complicidad con el NWO, los boñiguers son la proto-expresión más acabada, aunque no ciertamente la más sofisticada, del modelo "antropológico" que las élites tienen proyectado para esta civilización ya en avanzado proceso de degradación y descomposición. A escala micro, los boñiguers anticipan el horizonte que en breve se verificará a escala macro. El repudio de la tradición, la abominación de las buenas costumbres, la igualación de todos y cada uno por lo más bajo, por lo más abyecto, por lo mas envilecido y encanallado, etc... es un protocolo de actuación de raigambre característicamente socialista (como socialistas son las propias élites) y los boñiguers lo cumplen a rajatabla. En ese sentido fueron muy disciplinados y obedientes.
Los boñiguers ya han introyectado en sí mismos esta penosa condición que se les ha impuesto desde arriba (y que ellos han aceptado de mil amores pues siempre repudiaron todo signo de excelencia) y la declaran y la proclaman a los cuatro vientos con toda la impudicia de que son capaces para que se irradie de forma irrestricta a todo el orbe virtual, formando así (al menos ésa era la pretensión fallida) una anticomunidad presidida por lo deleznable como supuesto timbre de gloria, y todo ello como paso previo a la implantación indiscutible de esa depauperada condición en el plano de lo real. No cabe duda de que estos boñiguers han sido unos pioneros de lo inmundo en este submundo que tan propicio les resultó alguna vez; las cosas como son.