Estos son unos caraduras y unos vividores. Son los que organizan las “huelgas” en los institutos. Lo recuerdo perfectamente: se presentaba un manarracho de unos 40 años en el instituto, que nadie conocía ni mucho menos le había elegido para nada, y nos decía que había huelga y nos teníamos que ir.
La mayoría de alumnos, como es de esperar de niños de 14-15 años, ante tener un día libre, la ingenuidad e incluso la coacción, se iban. Nadie del profesorado ni la dirección les impedían a estos sujetos acceder a menores para darles órdenes, ideas políticas ni hacerles perder clase. Luego lo vendían como un gran éxito, sobre todo si conseguían llevarse a un puñado a sus manifestaciones de extrema izquierda.