No lo se.
Tenemos un problema con la sociedad española que no se si se va a poder resolver.
Me temo que, cuando estalle la burbuja, muchos tendrán que apretarse el cinturón y rebajar su nivel de vida a sus auténticas posibilidades. Pero no necesariamente habrán de aprender de la experiencia. Lo más seguro es que, para esconder su propia responsabilidad, busquen excusas y culpables. Siempre habrá sido otro.
Si el modelo tradicional español fue el de la moderación y el del trabajo duro con recompensas inciertas y a largo plazo, las últimas generaciones se han vuelto hedonistas: quieren todo, puedan o no, y lo quieren ya. Y si se les dice que no, se rebotan. Por eso creo que, cuando el tinglado inmobiliario se venga abajo, no querrán darse por enterados. Acostumbrados a un modo de vida, les será muy difícil cambiar a peor. En otras culturas más sanas habría habido una revolución: aquí habrá una especie de pataleta, tan ruidosa como estéril. Se hablará mucho de los políticos, de la banca... de las chorradas que siempre se hablan pero que nunca conducen a nada. Pero no se hablará de que, mientras todo fue bien, todos aprovecharon el tirón.
Al actual disparate económico español se ha llegado porque muchas personas no han ejercitado su capacidad de raciocinio. Yo creo que muchos la tienen atrofiada y no la desarrollarán ni aun bajo la más dura crisis: el resto, posiblemente, querrán seguir sin ejercitarla. Vienen tiempos muy duros me temo.