La universidad, además de conocimientos muy profundos y específicos sobre la rama que has elegido, te cambia la forma de pensar, ver la realidad, de perspectiva y profundidad de visión, de gestionar todo lo que te rodea.
Por supuesto que hacer amigos también.
Recuerdo que los que teníamos las cosas claras ibamos de fiestas como todos los demás...pero nunca se faltaba a las clases y se estudiaba lo que hacía falta. En exámenes nos juntabamos 4 o 5 y estabamos 16-18 horas estudiando juntos, con el reloj puesto para hacer pausas de 10 minutos cada hora. No sé como serán ahora las ingenierías, pero yo terminé la carrera con la mitad de pelo, del cual la mitad blanco, con tos neurótica, tics nerviosos, problemas de libidó, problemas gastrointestinales...pensaba que me iba a morir. A los dos años de terminar, me volvió a crecer el pelo aunque ya la mitad blanco. Se me pasaron todos los problemas de salud.
