Estar solo en casa.
Las berzas en la playa.
El mar.
Los videojuegos.
Ingeniar situaciones entre los muñecos con los que jugaba.
Los helados.
Idéntico. Lo único que sí me ha dejado de gustar es, coherencia incesante, lo que ha dicho cebollo. Me fascinaban las zapatillas de deporte y ahora me dan igual.