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Rajoy empieza a diseñar la ‘Empresa-España’
Primer dato, el recorte anunciado por Rajoy es de 16.500 millones, un 10% más que el que hiciera ZP durante 2010. Si este aumento es la medida del cambio al que el PP nos invitaba a unirnos, podemos afirmar que, de hecho, las “recetas” se parecen bastante.
Sin embargo, aunque el PP y el PSOE hablan el mismo lenguaje, el primero lo hace mejor. Desde esa perspectiva, el discurso de investidura de Rajoy tiene componentes revolucionarios: apunta a una transformación radical en la vida de la mayoría de las personas que viven en España.
Las Ausencias
Hemos aprendido que quizá la mejor forma de leer un discurso es a través de sus ausencias. Por ejemplo, a pesar de insistir muchísimo en una renovación productiva de la economía, Rajoy tan sólo pronunció la palabra “conocimiento” dos veces en todo el discurso. No mencionó la palabra Cultura, ni siquiera la socorrida coletilla “industrias culturales”. No mentó la palabra ciencia, ni internet, ni red. Tampoco habló de alquiler social o dación en pago. Nada de paz, ni derecho(s).
Las dos ideas fundamentales de la intervención de Mariano Rajoy fueron, por un lado, que la creación de empleo genera riqueza (y no al revés, que es la riqueza social la que, en todo caso, genera empleo). En segundo lugar, que la nación es como una empresa que debe competir contra otras en un mercado global.
A la salida de la crisis no habitaremos el mismo planeta que hemos conocido. Habrán cambiado las reglas, habrán cambiado las condiciones de vida, habrá cambiado el peso relativo de los países y su cotización internacional.
Tenemos que resolver cómo insertarnos con ventaja en un escenario global, más poblado, más competitivo y más exigente.
En esa idea de empresa-nación los derechos entorpecen la competitividad y encarecen los productos y servicios.
Si, con el tiempo, nuestros productos y servicios se hacen más caros que los de los competidores, perderemos cuotas de mercado dentro y fuera de España.
Es la prosperidad (que se mide en términos económicos) lo que garantiza los derechos (y no al revés):
La libertad, la igualdad, la justicia y la solidaridad no se queden en nobles deseos o hermosos enunciados teóricos, sino que definan realmente la prosperidad que pretendemos, porque forman parte natural de ese paisaje civilizado en el que queremos habitar los españoles.
Para tener una nación-empresa solvente es necesario que la población comparta la “visión de la empresa”. Así, los llamamientos a la unidad fueron constantes. Para que la nación-empresa funcione es necesario, claro, aplicar los tradicionales criterios de eficiencia :
Por lo tanto, pondremos en marcha un paquete de reformas económicas, empezando por la del Sector Público, para primar la austeridad, lograr mayor eficiencia, y evitar duplicidades.
Estas reformas del Sector Público se han llamado popularmente “recortes”. OJO, no son exactamente recortes, sino la transformación en negocio privado. No es un cambio aritmético (que también) sino sobre todo geométrico, de lógica, de sentido. Y el motivo principal es que lo público supone una buena fuente de negocio si se privatiza, porque presta servicios esenciales que todo el mundo “demanda”. Sin embargo, el orden seguirá en manos del Estado y se aumentarán las plantillas si es necesario:
Inicialmente, en el ámbito de la Oferta Pública de Empleo se llevará a cero la tasa de reposición de personal del sector público, excepto en el ámbito de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y Servicios Públicos Básicos.
No se entiende tal prevención si todo esto va a generar más y mejor riqueza. De hecho, el gobierno tiene un plan para que todos tengamos dinero y así podamos pagar los servicios privatizados. La enésima “Reforma Laboral” es el mantra contra la crisis:
Es imprescindible llevar a cabo una profunda modernización de la legislación laboral, al servicio de la creación de empleo que apueste por una mayor estabilidad, una mayor flexibilidad interna en las empresas y que considere la formación como un derecho del trabajador.
¿ No es encantador que alguien diga estabilidad y flexibilidad una detrás de la otra ?:XX: En cuanto al “derecho a la formación”, como vamos a entrar y salir del mercado de trabajo a la velocidad de la luz, pues habrá que actualizarse ¿Que la formación es un derecho quiere decir que se pagará a los trabajadores cuando se pongan a estudiar? ¿Habrá que formarse y trabajar a la vez?
Lo que parece claro es que el empleo será una cuestión individual, no una problemática colectiva. Individualizar la relación entre empleador y empleados es el objetivo aunque no se exprese con claridad:
Primar la resolución extrajudicial de los conflictos, para fomentar los acuerdos entre las partes y hacer más fluidas las relaciones laborales.
Sin embargo, el vellocino de oro de la recuperación económica son los emprendedores:
Es esencial definir un marco fiscal más adecuado a las necesidades de los emprendedores, que tendrán un protagonismo esencial en la recuperación económica del país y una prioridad preferente en nuestro programa de reformas.
El que esté en paro y no se ponga a montar una empresa será sospechoso, un vaguete sin iniciativa, ni voluntad. Parece que existiera empleo para todos si realmente la gente tuviera más voluntad e iniciativa. ¡Venga, todo el mundo a montar negocios corriendo con todos los riesgos! Las pequeñas empresas en régimen de subcontratación y el trabajo autónomo son el nuevo hito de la nación-empresa. La angustia (y el resentimiento) de los esforzados será la coartada ideológica de los ajustes. ¡El Emprendedor nos salvará! El modelo del individuo autosuficiente y entusiasta que va a los suyo debe empezar a fomentarse desde la escuela : Es preciso desarrollar en los alumnos los valores del esfuerzo, el gusto por aprender, el espíritu emprendedor, la exigencia y la responsabilidad personales.
La Empresa-España necesita instituciones-empresa. La educación, por ejemplo, tendrá como prioridad separar a los alumnos por aptitudes particulares frente a la cooperación para orientar hacia el mercado los procesos formativos :
" La educación secundaria debe tener una organización más flexible, con vías formativas distintas, de acuerdo con los intereses, motivaciones y progresos de los alumnos ”
La Ley exigirá que todas las Administraciones en sus Presupuestos distingan los gastos correspondientes a servicios públicos “básicos” (¿beneficiencia?) de aquellos que “no lo son”:
De este modo, la definición de la cartera de servicios públicos básicos comunes permitirá asegurar la financiación de los recursos necesarios para garantizar su prestación, y que éstos sean asignados eficientemente y con respeto al principio de lealtad institucional.
Y todos estos cambios para que los mercados se calmen y baje la prima de riesgo. Pero el negocio de la deuda soberana está lejos de acabar. Este es el gran problema cuya solución depende de la Unión Europa, algo que no aparece en el discurso de Mariano Rajoy.
En la España-Empresa ya no somos ciudadanos y ciudadanas, sino fuerza de trabajo endeudada. Naciones-Empresa que generan Vidas-Deuda. Las medidas que adelanta Rajoy generarán empleo muy precario, si es que lo hacen. Lo que es seguro es que Rajoy tratará de convertir (aún más) los servicios públicos en nuevos nichos de negocio que no podremos pagar y que favorecerán un mayor endeudamiento de nuestras vidas.
Mariano Rajoy terminó diciendo:
Convoco a todos, y reclamo, con humildad, la ayuda de todos, al tiempo que ofrezco defender la unidad, dialogar sin cansancio, asegurar la justicia en el reparto de las cargas, y mostrar siempre la verdad traiga el tonalidad que traiga.
Lamentablemente,
la primera mentira es afirmar que vivimos en una época de escasez cuando es el momento de mayor riqueza de la historia. La verdad, que no mencionó Rajoy, es que
los ciudadanos estamos pagando la salvación de los bancos y, lo que es peor, los gobiernos europeos y la UE están permitiendo la especulación con la deuda pública, un rescate encubierto de enormes dimensiones."