Pues Pablo Iglesias ha estado contundente. En la derechita, en la derechota y no digamos en Caixadanos se equivocan si creen que están ganando votos

[Ludovicus]

Mejor sería Felipe VI y La Caixa. O el empresario que le pagó la luna de miel. Y Juan Carlos y Corinna. Y con ellos toda la corte de la Escopeta Nacional.

Anson frotándose las manos, claro. Y Cebrián.

Tenemos las dos cosas, una oligarquía corrupta hasta las trancas y traidora y memocracia. Son dos caras de la misma moneda. La calidad de la oligarquía española ha caído en picado con la democracia.

 

[Ludovicus]

Subjetivo no, objetivo. Otra cosa es que esa objetividad sea aparente, como si pudiéramos tocar eso que se llama Naturaleza, y no digamos Dios.

A qué objetividad te refieres?

 

[M. Priede]

A qué objetividad te refieres?

Dijiste: "Y que será tan subjetivo como el que pretende ser eterno y estar dictado por la Naturaleza o por Dios". Ni Dios ni la Naturaleza son subjetivos; otra cosa es que no pasen de las ideas, pero subjetivas no son.

 

[M. Priede]

Yo no digo que quiero que vayamos a eso. Y a dónde quieres tú que vayamos? Has sido tú quien ha mencionado a pilinguin.

De momento mejor quedarnos con el régimen que tenemos. Eres tú el que parece que tienes alternativa.

 

[M. Priede]

El hijo del terrorista frapero a quién pretende engañar ahora con sus juegos de trilero barato. Déjese de echar balones fuera tratando de involucrar a Comunidades Autónomas y a sus respectivas consejerías.

Desde que se decretase el estado de alarma en España el propio R.D. establecía que es el Gobierno central es la máxima autoridad en todo el país, y concretamente el ministro de Sanidad es la la única autoridad competente en su área.

Este personaje se ha convertido en un cadaver político, sus argumentaciones ya no cuelan.

El vicepresidente y el ministro de Sanidad, como el de Educación y otros, a los efectos son como ministros sin cartera, ninguno de ellos tiene implantación en todo el territorio. Por eso Iglesias hizo una declaración general, dejando en manos de los consejeros de las CCAA la labor a desarrollar. Lo mismo el ministro de Sanidad, que ahí se equivocó totalmente cuando quiso centralizar el mando y no tenía personal para ello, ni siquiera para realizar las compras que se necesitaban.