666, la pirámide invertida, dos columnas. Es una clara parodia. El remero arrastrándose por un conducto como una rata, respirando esforzadamente y en la oscuridad. Su única opción es continuar hacia delante, con el faro que le brinda la luz de una pequeña linterna, en realidad se entiende que transita en la penumbra; solo puede obtener información del mundo real a través de las pequeñas rendijas que dejan las rejillas del sistema de conducción de aire y escuchar los ecos de los presentes en la sala. Se presume que solo le será revelada la verdad cuando salte a la habitación donde se reúnen los sociópatas, momento de su verdadero nacimiento, momento que también recuerda al ritual iniciático masónico. La música agonizante de sus apariciones lo explica mejor, su vida en el conducto es un thriller, conocer la verdad lo pondrá en peligro y es que él mismo es un peligro para sí.