El libro es una recopilación de hilarantes narraciones de ficción satírica y erotico-festiva, imaginadas por Migoya e ilustradas por Sequeiros
Cuando vimos '
Hazañas eróticas del cuarentón hijomio' (ed. Dibbuks), con una ilustración de un hombre con nariz de miembro viril en la portada, no lo pensamos dos veces: queríamos devorar ese libro y hablar con sus autores. Todo en sí era llamativo. Entre tanto ensayo político y novela 'rándom' que se publica últimamente, esa recopilación de hilarantes narraciones de ficción satírica y erotico-festiva, imaginadas por Hernán Migoya y magníficamente ilustradas por Santiago Sequeiros, eran como un faro luminoso. ¡Léeme, léeme!, parecía que gritaba. Y no nos quedó de otra.
Las 180 páginas volaron en dos días. No podíamos parar de seguirle la pista al cuarentón hijomio, el protagonista, que va pasando de cama en cama y de mujer en mujer, a veces de una en una, a veces de dos en dos, en grupo, o con hombres. Su mentalidad, mezcla de pringado menso, pajero y salido te acaba enamorando. Es una mezcla entre pena y cariño. Todos los relatos de los que se compone el libro son estimulantes y libertinos,
un canto al sesso libre en una cuidada edición que seduce a todo amante de la literatura y del arte picarescos.