Teniendo estrictamente la pregunta del OP y título del hilo como referencia respondo.
En base a razones formales, las sentencias del TC surten efectos generales sobre la cosa juzgada y son irrevocables.
Para hacerlo más comprensible, sabiendo que los estados liberales contemporáneos se basan en la separación de poderes y su sujeción a la ley para limitar el poder (estado de derecho), y que por tanto, en la forma estatal actual existen los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, el TC no se encuentra en la cúspide de este último, sino que está por encima de los tres poderes como único órgano autorizado para juzgar no sólo el cánon de constitucionalidad de las leyes, sino para interpretar la misma Constitución.
El meollo de la cuestión se reduce a que no hay nada ni nadie por encima del TC a quien se pueda recurrir para revertir sus decisiones pues en España se escogió un modelo de control de constitucionalidad concentrado y cuya función ostenta un órgano exclusivo ad hoc.
Además, los magistrados del TC son escogidos en su mayoría (8 de 12) desde las Cortes Generales, 4 por el Congreso y 4 por el Senado por mayoría cualificada de 3/5 (equivalente a una reforma constitucional no agravada por el art. 167 CE); y 2 por el mismo Gobierno. En este hecho se constata lo susceptible que resulta dicho tribunal de ser parcial y esclavo de intereses partidistas.
Ante enorme responsabilidad, la posición de dichos cargos en sus funciones debería ser inamovible e independiente, debiéndose tan sólo a la razón y a la Ley.
La situación es lamentable y la presunta prevaricación denunciada por Alfonso Guerra una auténtica canallada, ya no tan sólo por las presiones, sino porque los magistrados que se dejaron someter a dichas presiones fueron unos pusilánimes y no merecedores del cargo. En efecto, cuanto más se aprende sobre el R78 más se puede aseverar que la podredumbre lo impera, y más convincentes resultan los argumentos de los trevijanistas. Cuando se depende de un tribunal traidor a la razón y la lógica, y se vulneran principios generales del Derecho como la presunción de inocencia y la igualdad jurídica con leyes tan flagrantemente maníqueas y déspotas, todo el sistema político y judicial se vacía de legitimidad y credibilidad alguna.
En adición a las razones formales por las cuales resulta imposible denunciar a dicho Tribunal o a sus miembros, doy mi opinión sobre la postura de Vox.
Ante semejante situación, interpreto que desde Vox encuentran que la única salida política existente sería no contra-legislar la "viogen", sino sobre-legislarla ampliándola a todos los géneros y enmarcándola dentro del ámbito familiar de manera que devolviese la igualdad jurídica a todos los individuos. Es decir, a nivel formal la "viogen" es una Ley Orgánica y para derogarse o modificarse requiere idéntica mayoría que para aprobarse (mayoría absoluta, la mitad más uno). A día de hoy, sabiendo que el PP y que C's compran el discurso de la ideología de género, resulta muy improbable que se posicionen en contra y que pudiesen recabar su apoyo parlamentario para su derogación, pero ante los electores y el sentido de justicia del ciudadano medio, resulta más fácil convencer a fortiori sobre la pertinencia de aplicarse a nivel intrafamiliar a todo individuo, y en consecuencia arrastrar a dichos partidos (PP y C's) en ese sentido.
Por tanto, escogen ampliar la "viogen" en pos de la igualdad jurídica amén de ser liberticidas (un mal menor), antes que permitir la aberración asimétrica que existe actualmente.
Para mi gusto, ninguno acierta, el Estado debería meter sus narices en los pasillos del poder y no en los de nuestras casas; pero parece que a la gente le gusta el sadomasoquismo.