No repruebo los tatuajes... no quererlos en mi cuerpo o en el de otra persona, es una cuestión estética, nada más.
Por poner un ejemplo: llegas justo a fin de mes, pero tienes la obsesión de comprarte el mejor coche que te puedas permitir (porque es tu pasión u obsesión). Te pasas el día viendo coches en revistas, mirando cilindradas, modelos únicos que solo se lo pueden permitir unos pocos ricos, artículos sobre como el diseñador aligeró una curva de la chapa del capó para que visualmente fuera perfecta con respecto al lateral... Te lo compras o lo puedes tener por esas cosas de los cuentos de Disney y, cuando te lo dan, el Ferrari, por ejemplo, lo primero que haces es llenarlo de pegatinas de la discoteca de tu pueblo, o de Penélope... Eso se hace con un SEAT Panda y coches así.
Los tatuajes pegados a un cuerpo son los mismo que las pegatinas pegadas a un coche, solo las pones en el vehículo más infame para intentar añadirle algún valor (equivocadamente, dede mi punto de vista), salvo que creas que tu cuerpo es menos importante que un vehículo a motor y que, encima, es el de menos valor o nivel, en el que no importa lo se que ponga encima para intentar parecer algo mejor... estéticamente (lo que, por sí, devalúa su valor verdadero... como un Ferrari con pegatinas). No sé si me explico.