Hitler no quería conquistar el mundo, sino el "espacio vital" de Alemania, que consistía en los territorios eslavos al este. En "mein kampf" ya decía que, una vez reunificada Alemania con Austria, el pueblo alemán marcharía hacia el este. Además en Polonia habían varios enclaves alemanes que estaban dolidos por los polacos, así que se alinearon los astros.
Alemania era un país reunificado hacía poco, así que no pudo desarrollarse como potencia colonial. La I guerra mundial se resolvió con impedirle competir con Inglaterra o Francia, además que la fracturaron, cabreándolos aún más.
Por entonces todavía no existía la ONU, los derechos humanos ni nada de eso, y la conferencia de Versalles era inútil, así que varios países irredentos se dieron por la expansión (Alemania, Italia, Japón). Eran países sin apenas colonias, así que aspiraban a "lo suyo".
Al terminar la II guerra mundial, se produjo un genocidio de alemanes de los países eslavos; todos los de Checoslovaquia, Polonia, o en los países bálticos, fueron expulsados a Alemania. (Kaliningrado, hoy ciudad rusa, era antes alemana --la ciudad de Kant--). Así que con ello se acabaron sus aspiraciones de conquista.