Bueno... Como valenciano creo que no está de más que dé ciertos apuntes desde mi visión sobre la tierra en la que he nacido y vivo actualmente.
En primer lugar, tengo que deciros que en Valencia hay dos mundos. Por una parte tenemos la Valencia genuina, tradicional, con sus valencianos creyentes (cada vez menos), descendientes de catalanes y aragoneses (también algunos navarros, castellanos y franceses), con sus festividades religiosas, incluso con cierto fervor católico... Aquellos valencianos que todavía hablan valenciano, o el tan bello castellano con acento aragonés que, desgraciadamente, cada vez se oye menos en las comarcas del interior. Esta Valencia "tradicional" es la que pervive en el mundo rural, en las localidades medianas y pequeñas, lejos del bullicio y los "males" de las grandes urbes capitales de provincia. Es la Valencia afable, la buena gente. Es el ejemplo perfecto del ser que ama a su tierra, donde el corazón siente por igual a España como a Valencia. Es la Valencia que entre los siglos XVIII-XIX luchaba contra injerencias externas para preservar la tradición, la Valencia trabajadora, los valencianos humildes. Hoy en día esta es la Valencia silenciosa, la que la gente no conoce a no ser que te desplaces a unos cuantos km de la(s) capital(es).
Pero también tenemos la "otra" Valencia... La Valencia de los nuevos tiempos. El resultado de aglomeración brutal de gentes venidas de todas partes, tanto de dentro como de fuera de España, en lo que otrora fueron bellas ciudades que pasaron a convertirse en montonadas de edificios sin alma, centros de difusión de los "nuevos ideales" y de persecución de la tradición. Es en esta Valencia donde se ha gestado un mundo oscuro, sórdido, malicioso. Es en esta Valencia donde nace la Ruta de Bakalao, donde se cuecen Alcàsser o Macastre, donde se realiza(ba)n comilonas para cerrar tratos corruptos y perseguidos por la ley. La misma Valencia en la que hoy en día se fomenta la basura de Gandía Shore, el chonismo o el blanqueamiento de la droja. Es la Valencia que ha perdido el norte, la Valencia dada a la mala vida, a la promoción de valores (si es que podemos llamarlos así) que poco o nada tienen que ver con lo que en un pasado fue esta tierra. Es, al fin y al cabo, la Valencia que más se ha dado a conocer y que desgraciadamente tanto nos representa en el exterior. La Valencia sin alma, al fin y al cabo.
Hechas estas aclaraciones de antemano, decido pues empezar a entrar al trapo con datos o aclaraciones que nos pueden dar una idea de por qué aquí pasa lo que pasa, y ha pasado lo que ha pasado. De hecho, yo llamaría a Valencia como la autonomía de las casualidades, porque es ingente el número de las mismas que se da para hacernos pensar a nosotros, pobres magufos sin oficio ni beneficio en la vida, cosas extrañas sobre lo que se cuece en el sureste peninsular:
-Para empezar, un poco de historia. Nos comimos un buen puñado de refugiados cátaros en tiempos medievales. Junto a la permisividad con la que los fieles a la religión del amor vivieron hasta 1609 nos ha dado históricamente una imagen de "tierra de herejes" a ojos del resto de la Cristiandad. Todo esto con el beneplácito de una monarquía (la de la casa de Aragón) que siempre estuvo bajo el punto de mira del Papado por andar siempre faltos de obediencia católica.
-Como he dicho al principio, Valencia ha sido y sigue siendo en gran parte una tierra rural, dedicada al campo, lo que se traduce en miseria y mal vivir. Esto ha sido un campo de cultivo perfecto para la fermentación de ideales progresistas, marxistas, anarquistas a lo largo y ancho del territorio valenciano... Blasco Ibáñez y el blasquismo, con su radicalismo anticlerical, las revueltas anarquistas de Alcoy, la quema de conventos y el asesinato de gente vinculada a la Iglesia, algo que ya se producía incluso mucho antes de la venida de la II República. Os puedo asegurar que los mayores cuentan historias a nivel local de este radicalismo anticlerical que hielan la sangre.
-Por ende, Valencia ha visto llegar la masonería, y llegó por la puerta grande. De hecho, ésta ha tenido y tiene un peso muy notable en la capital (simbología masónica por la ciudad, Casa Judía, políticos destacables que fueron masones...). Buscad información sobre la Logia Blasco Ibáñez y sus premios a personalidades que seguro no os sorprenderán.
-Aquí existe toda una mafia que ha dominado y todavía domina el mundo de la noche, íntimamente ligada a la droja y demás. Muchos dicen que cuando ocurrió lo de Alcàsser se aprovechó para criminalizar a Valencia y su Ruta del Bakalao, pero bien es cierto que aquí la gente ya sabía qué se movía en según que discotecas, locales o entre ciertas personalidades. Eso de que todo era buen rollo y pasárselo bien, nanay de la China.
-Existe una élite económica y financiera que lleva varias generaciones asentada en la región. Son diversas familias vinculadas a la capital o a ciudades subalternas de la misma. La misma élite que se hizo con el control de la política de la zona, tanto en la izquierda como en la derecha. Véase el vergonzoso caso de los Fabra, que se han tirado varias generaciones capitaneando la Diputación provincial de Castellón desde la creación de la misma a principios del siglo XIX, al más puro estilo caciquil.
-Curiosísimamente, siempre es entre esta ralea donde aparecen todas las historias y los chismorreos sobre aficiones a según que costumbres y perversiones. De hecho las famosas reuniones entre estas personalidades son más que conocidas. Se conocen casas, o más bien mansiones, alejadas de la civilización, donde esta gente se ha ido reuniendo para ellos sabrán qué, con un nivel de seguridad privada y control de acceso brutal. Fernando García no empezó a visitar chalés de las cercanías de Alcàsser porque le dio la gana, creo que soy bastante claro. De hecho, en el extrarradio de Valencia capital, al oeste, tenemos uno de los casos más conocidos y representativos (si queréis algo más de información, se comentó en su día en Forocoches por parte de un usuario que vivía cerca, no sé si todavía seguirá el hilo en pie). Es más, en toda la Comunidad Valenciana abundan los terrenos de larga extensión, con sus grandes masías o chalés, bien vallados y en los que de vez en cuando siempre hay "reuniones" en las que seguramente se limiten a jugar al parchís y a tomar coñac. Siempre se da la casualidad de que estos terrenos son propiedad de personalidades destacables del mundo público, o "hijos de", pero nada, casualidad todo.
-Alcàsser, Macastre, Alfàs del Pi, Bétera... Creo que no hace falta que diga nada, todos intuimos lo que hay. Preguntad sobre el asunto a la gente de la Ribera, los vecinos de los pueblos cercanos al escenario de Alcàsser y la Romana, y encontraréis unanimidad en las risas que provoca la versión oficial de Alcàsser por estos lares. Alcàsser fue un punto de inflexión. En mi opinión esta "gente" en los 90 estaba desbocada totalmente, y en Alcàsser se les fue todo de las manos. Las familias valencianas se escandalizaron, los jóvenes dejaron de hacer autostop y de salir por la noche a solas, y eran muchos los que miraban con recelo a según que personalidades.
-Insisto en lo de las reuniones. Algunos foreros ya han hecho indicación a experiencias de encontronazos con rituales, túnicas negras, etc. Es algo que se repite a lo largo de la Comunidad Valenciana. Cuevas donde encuentras cabellos de mujer quemados, hogueras con muñecas derretidas, huesos, restos de sangre... Edificios abandonados en plena naturaleza con cruces boca abajo, invocaciones satánicas o el famoso "666". Muchísimas veces cerca de "puntos calientes", pero nada, más casualidades... San Juan es uno de los días fuertes para esta gente.
-Que Alicante sea la provincia con más sectas satánicas de España no es más que una casualidad... La gente, que se aburre y se va vestida de oscuro a encender hogueras a la sierra. Que la costa alicantina sea un hervidero de casos insólitos con enterramientos humanos en cuevas, incineraciones humanas o desapariciones, pues otra casualidad más. Que curiosamente coincida con la zona donde hay una concentración de británicos, alemanes y franceses bestial, con sus propias urbanizaciones, sus tiendas, su mundo cerrado al exterior, siendo uno de los colectivos más influyentes de la provincia y del que menos se habla, pues otra casualidad más... Que siempre que se empieza a destapar información sobre sectas en la zona, aparecen los guiris y su pasta de por medio, casualidades...
En fin, podría extenderme más y más, pero ya se sabe, todo casualidades malinterpretadas por un grupo de locos.