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¿Por qué el S-400 es una amenaza más formidable para la industria de armamentos de Estados Unidos de lo que piensa?
Federico Pieraccini
15 de junio de 2019
© Foto: Wikimedia
En general, cuando se habla de sistemas de defensa aérea aquí, nos referimos a los dispositivos rusos que se han hecho famosos en los últimos años, en particular el S-300 (y sus variantes) y el S-400. Su despliegue en Siria ha ralentizado la capacidad de fuerzas aéreas tan avanzadas como las de Estados Unidos e Israel para atacar al país, aumentando a medida que lo hace la vergonzosa posibilidad de que sus combatientes de cuarta o quinta generación sean derrotados.
Los sistemas de defensa aérea capaces de derribar aviones de quinta generación tendrían un efecto devastador en la comercialización y venta de hardware militar de los Estados Unidos, al mismo tiempo que aumentan la conveniencia y las ventas de hardware militar ruso. Como he señalado a menudo en otros análisis, el papel de Hollywood en la comercialización a enemigos y aliados por igual, la creencia de que el hardware militar de los EE. UU. Es imbatible (ya que los aliados están obligados a comprar dicho hardware) es fundamental para las estrategias de proyección de poder y guerra de Washington.
A medida que aumentan e intensifican los choques entre países en lugares tan populares como Medio Oriente, la propaganda de Hollywood luchará cada vez más para convencer al resto del mundo de la eficacia y la superioridad continuas de los sistemas de armas estadounidenses frente a sus deficiencias en desarrollo.
Estados Unidos se enfrenta a una situación en la que no se ha encontrado en los últimos 50 años, a saber, un entorno en el que no espera disfrutar automáticamente de la superioridad aérea. Cualquiera que sea la apariencia de una defensa aérea que pudo haber sido capaz de representar una amenaza concebible para la máquina de guerra del Tío Sam, fue descartada por una ola de misiles de crucero. Para dar dos ejemplos principales que ocurrieron en Siria en 2018, los misiles de última generación fueron interceptados y derribados por sistemas rusos y sirios de décadas de antigüedad. Si bien el sistema S-400 nunca se ha empleado en Siria, es de destacar que los sistemas serbios S-125 lograron identificar y derribar un avión furtivo estadounidense F-117 durante la guerra en los Balcanes.
Hay un aspecto más secreto del S-400 que se revela poco, ya sea dentro o fuera de Rusia. Se refiere a la capacidad del S-400 para recopilar datos a través de sus sistemas de radar. Vale la pena señalar la alarma del portavoz del Departamento de Defensa, Eric Pahon, sobre la planeada compra del S-400 por parte de Turquía:
Pero estas preocupaciones no son nada en comparación con la amenaza más grave que el S-400 representa para la industria de armas de los EE. UU., Es decir, su capacidad para recopilar datos sobre los sistemas de sigilo de los EE. UU.
Teóricamente, la última ventaja que Estados Unidos mantiene sobre sus oponentes es la tecnología de sigilo. La efectividad del sigilo se ha debatido durante mucho tiempo, dado que sus costos pueden en realidad superar sus supuestos beneficios. Pero, leyendo entre líneas, lo que surge de las preocupaciones de los EE. UU. Sobre la S-400 sugiere que Moscú ya es capaz de detectar sistemas ocultos de los EE. UU. Combinando los radares de la S-400 con los de los activos basados en el aire, como ha sido el caso en Siria (a pesar de las negaciones de Washington).
La capacidad del S-400 para recopilar datos sobre el F-35 y el F-22, las joyas de la corona del complejo militar-industrial de los EE. UU., Es una causa para las noches de insomnio de los planificadores militares de los EE. UU. Lo que en particular causa estas pesadillas es que, para que el S-400 funcione en Turquía, tendrá que integrarse en los sistemas actuales de "identificación amigo o enemigo" de Turquía, que a su vez forman parte de los datos tácticos militares de la OTAN. enlace de red, conocido como enlace 16.
Este sistema deberá instalarse en el S-400 para integrarlo en la red defensiva de Turquía, que podría pasar información estrictamente reservada para los rusos, lo que aumentaría la capacidad del S-400 para funcionar correctamente en un sistema no diseñado para alojar tal sistema de armas
El riesgo final es que si Turquía volara sus F-35 cerca de la S-400, el sistema Link 16 revelaría mucha información en tiempo real sobre el sistema de sigilo de los Estados Unidos. Con el tiempo, Moscú podría recrear el perfil oculto del F-35 y el F-22, haciendo así inútiles los planes de Washington de gastar 1,16 billones de dólares para producir 3,000 F-35.
También por este autor
Federico PIERACCINI
Escritor independiente independiente especializado en asuntos internacionales, conflictos, política y estrategias.
Federico Pieraccini
15 de junio de 2019
© Foto: Wikimedia
En general, cuando se habla de sistemas de defensa aérea aquí, nos referimos a los dispositivos rusos que se han hecho famosos en los últimos años, en particular el S-300 (y sus variantes) y el S-400. Su despliegue en Siria ha ralentizado la capacidad de fuerzas aéreas tan avanzadas como las de Estados Unidos e Israel para atacar al país, aumentando a medida que lo hace la vergonzosa posibilidad de que sus combatientes de cuarta o quinta generación sean derrotados.
Los sistemas de defensa aérea capaces de derribar aviones de quinta generación tendrían un efecto devastador en la comercialización y venta de hardware militar de los Estados Unidos, al mismo tiempo que aumentan la conveniencia y las ventas de hardware militar ruso. Como he señalado a menudo en otros análisis, el papel de Hollywood en la comercialización a enemigos y aliados por igual, la creencia de que el hardware militar de los EE. UU. Es imbatible (ya que los aliados están obligados a comprar dicho hardware) es fundamental para las estrategias de proyección de poder y guerra de Washington.
A medida que aumentan e intensifican los choques entre países en lugares tan populares como Medio Oriente, la propaganda de Hollywood luchará cada vez más para convencer al resto del mundo de la eficacia y la superioridad continuas de los sistemas de armas estadounidenses frente a sus deficiencias en desarrollo.
Estados Unidos se enfrenta a una situación en la que no se ha encontrado en los últimos 50 años, a saber, un entorno en el que no espera disfrutar automáticamente de la superioridad aérea. Cualquiera que sea la apariencia de una defensa aérea que pudo haber sido capaz de representar una amenaza concebible para la máquina de guerra del Tío Sam, fue descartada por una ola de misiles de crucero. Para dar dos ejemplos principales que ocurrieron en Siria en 2018, los misiles de última generación fueron interceptados y derribados por sistemas rusos y sirios de décadas de antigüedad. Si bien el sistema S-400 nunca se ha empleado en Siria, es de destacar que los sistemas serbios S-125 lograron identificar y derribar un avión furtivo estadounidense F-117 durante la guerra en los Balcanes.
Hay un aspecto más secreto del S-400 que se revela poco, ya sea dentro o fuera de Rusia. Se refiere a la capacidad del S-400 para recopilar datos a través de sus sistemas de radar. Vale la pena señalar la alarma del portavoz del Departamento de Defensa, Eric Pahon, sobre la planeada compra del S-400 por parte de Turquía:
Ciertamente, en el caso de un conflicto armado, la capacidad del S-400 para derribar aviones de quinta generación es una gran preocupación para los Estados Unidos y sus aliados que han invertido tanto en dichos aviones. De manera similar, un país de la OTAN que prefiere los sistemas rusos a los estadounidenses es motivo de alarma. Esto deja de lado el hecho de que el S-400 se está extendiendo por todo el mundo, desde China hasta Bielorrusia, con docenas de países esperando en la fila por la capacidad de sellar sus cielos de las benévolas bombas de la libertad. Es un excelente palo con el que mantener a raya a Washington.
Pero estas preocupaciones no son nada en comparación con la amenaza más grave que el S-400 representa para la industria de armas de los EE. UU., Es decir, su capacidad para recopilar datos sobre los sistemas de sigilo de los EE. UU.
Teóricamente, la última ventaja que Estados Unidos mantiene sobre sus oponentes es la tecnología de sigilo. La efectividad del sigilo se ha debatido durante mucho tiempo, dado que sus costos pueden en realidad superar sus supuestos beneficios. Pero, leyendo entre líneas, lo que surge de las preocupaciones de los EE. UU. Sobre la S-400 sugiere que Moscú ya es capaz de detectar sistemas ocultos de los EE. UU. Combinando los radares de la S-400 con los de los activos basados en el aire, como ha sido el caso en Siria (a pesar de las negaciones de Washington).
La capacidad del S-400 para recopilar datos sobre el F-35 y el F-22, las joyas de la corona del complejo militar-industrial de los EE. UU., Es una causa para las noches de insomnio de los planificadores militares de los EE. UU. Lo que en particular causa estas pesadillas es que, para que el S-400 funcione en Turquía, tendrá que integrarse en los sistemas actuales de "identificación amigo o enemigo" de Turquía, que a su vez forman parte de los datos tácticos militares de la OTAN. enlace de red, conocido como enlace 16.
Este sistema deberá instalarse en el S-400 para integrarlo en la red defensiva de Turquía, que podría pasar información estrictamente reservada para los rusos, lo que aumentaría la capacidad del S-400 para funcionar correctamente en un sistema no diseñado para alojar tal sistema de armas
El riesgo final es que si Turquía volara sus F-35 cerca de la S-400, el sistema Link 16 revelaría mucha información en tiempo real sobre el sistema de sigilo de los Estados Unidos. Con el tiempo, Moscú podría recrear el perfil oculto del F-35 y el F-22, haciendo así inútiles los planes de Washington de gastar 1,16 billones de dólares para producir 3,000 F-35.
Federico PIERACCINI
Escritor independiente independiente especializado en asuntos internacionales, conflictos, política y estrategias.
