Pobre España, víctima de sus políticos

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Madmaxista
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Excelente análisis de un bloguero, que refleja la situación a la que nos enfrentamos. Al menos, no estamos solos, y hay gente que también ve que esto se nos va de las manos.

http://www.votoenblanco.com/index.php?action=article&numero=1872

"Sin un horizonte que congregue a sus ciudadanos, con su economía iniciando el declive y con su futuro enturbiado por la incompetencia de sus políticos, España se enfrenta en las próximas elecciones generales de marzo de 2008 al terrible dilema de tener que elegir entre dos partidos políticos desprestigiados en los que sólo los fanáticos que militan ven la capacidad para gobernar con criterio el país.

Los independientes, los que no militan y conservan la horadez y la capacidad de análisis no aprecian en los actuales partidos polítiicos españoles la solvencia suficiente para gobernar con acierto, lo que les obliga a acudir a las urnas con un profundo desencanto.

Tener que votar a un PSOE desideologizado y disgregador, en manos de un iluminado, que ha sustituido las ideas nobles de la vieja izquierda por una beatería progre cargada de talante y de buenismo vacío, que pone en peligro la unidad de España, que aprueba estatutos con los votos de la "inmensa minoría" y que ni siquiera es capaz de vomitar al poner su sello de izquierdas sobre una España cada día menos demócrata, dominada por elites de políticos atiborrados de privilegios y de poder, que se comportan como nuevos ricos y en la que el foso que separa a ricos y pobres crece cada día, constituye un verdadero drama para cualquier ciudadano sensible y honrado.

Pero no es menos dramático tener que votar a un Partido Popular que cada día se parece más al ejército de latinoamericano Villa, cuyo funcionamiento interno refleja un autoritarismo trasnochado, plagado de niñatos que pelean por un puesto en las listas, sin ni siquiera tener conciencia de que pilotan sin rumbo un partido acomplejado frente a la izquierda, incapaz de tomar la iniciativa y de ilusionar a su electorado con las propuestas que los ciudadanos esperan, que son la eficiencia, la regeneración ética y la democracia auténtica.

¿Para qué hablar de las otras opciones? O son tan minoritarias que, por desgracia, no cuentan, o se trata de nacionalistas o comunistas, dos dramas todavía mayores que el del binomio PSOE - PP.

De los nacionalistas poco hay que decir porque ya han demostrado hasta la saciedad su deseo de dinamitar el país. Su credo nacionalista es incompatible con la democracia, ya que se basa en la diferencias, la reivindicación y el privilegio, mientras que la democracia es una cultura para la igualdad, la convivencia y la paz.

De los comunistas, líderes y pastores de Izquierda Unida, basta decir que en cada autonomía defienden una doctrina diferente, la necesaria para cambiar las ideas por las nóminas. En el País Vasco y en Cataluña son independentistas y amigos de la insurgencia, pero en Andalucía son sumisos traficantes de poder, mientras que en otros lugares son tan osados que hasta juegan al centralismo y a la defensa de la unidad nacional.

Los españoles independientes, lúcidos y honrados, conscientes ya de que el mayor obstáculo para la regeneración de la democracia son, precisamente, los partidos políticos, no podrán apoyar a esos partidos en las urnas. Quizás por vez primera desde la fin del dictador, la gente independiente que vota con criterio tendrá que optar por una de las dos únicas opciones dignas que les quedan: acudir a las urnas para votar en blanco, con la nariz tapada y el alma triste, o quedarse en sus casas para recibir la cuotidiana dosis de narcótico que ofrece la "tele".

Las próximas elecciones españolas, si el panorama no cambia de manera drástica, algo que parece improbable, no serán una cita para demócratas sino para fanáticos, para esos "hooligans" de la política que, de manera insensata, han creado los partidos políticos, cuya fidelidad es a prueba de delitos y crímenes, capaces de apoyar a los suyos "hasta la fin" y de reprobar al adversario "hasta la demencia".

Las cifras de votos en blanco y de abstenciones deslumbrará a la sociedad el terrible día después, cuando el recuento demuestre que seremos gobernados por lo malo o por lo peor.


jueves 06 Septiembre 2007"
 
De los nacionalistas poco hay que decir porque ya han demostrado hasta la saciedad su deseo de dinamitar el país

Pues que quieres que te diga, en el estado que se encuentra el país ahora mismo, ¿no sería mejor dinamitarlo de una fruta vez, antes que seguir parcheando y perpetuando a los oligarcas de siempre? No me considero nacionalista pero ante el eterno discurso de algunos de que se prentende romper España, creo que ya toca romperla y hacer limpieza general... y lo que quede ya veremos como lo llamamos.

Si para tener vivienda asequible, empleo digno y un futuro para mis hijos hay que desintegrar el pais, que me digan dónde hay que firmar. Un país debe estar al servicio de sus ciudadanos. Yo cumplo con mis obligaciones: tengo mi trabajo, y pago religiosamente mis impuestos, pero España (y quien dice España dice Catalunya, Euskadi, Madrid, las Castillas, Andalucia, Valencia... pongo a todos en el mismo saco: el de la sarama) NO CUMPLE. No me ha dado vivienda asequible, me la he tenido que buscar y empepitarme. No tengo guarderia asequible para mi hijo, así que o pagamos una barbaridad o mi mujer dejaba de trabajar, optamos por esto último. Así que yo ultimamente me estoy planteando vender el piso, liquidar hipoteca, pillar lo que quede y a otro lado. Trabajo en una multinacional y tengo posibilidad de moverme a otros paises. Puede que sea duro pero no echaría de menos el país. A algunas personas desde luego, pero no a España, de la misma manera que cuando dejas un trabajo explotador puedes echar de menos a los compañeros, pero no al hijomio de tu jefe.
 
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