De nada sirve que me des la razón y te quedes con X o Y frase si no te quedas con la copla, que es lo más importante.
Que no, que las políticas para contener la fuga de cerebros y el fomento de la natalidad va después -inmediatamente después, eso sí-, de haber atajado el punto número uno e indispensable que conforman los siguientes puntos:
- Control fronterizo férreo, disparando a dar de baja de la suscripción de la vida si hace falta en caso de violación de la frontera. Se acabaron los coladeros. Compatible con mantener Schengen (es decir, control, pero sin necesidad de visados para resto de ciudadanos europeos, siempre y cuando lo sean por ius sanguinis y no por ius solis).
- Deportación o expulsión de todo ilegal, legal pero con antecedentes penales, y de aquellos provenientes de países inseguros y/o donde la religión mayoritaria sea el islam. Sólo podrían quedarse aquellos con afinidad cultural e idioma dominado a nivel nativo y un empleo, el cuál no debería ser en la medida de lo posible usurpado a un español ni mucho menos fomentado desde la administración. Vamos, que la inmi gración sí, pero sólo cualificada, bajo demanda y de cultura afín.
- Revisión de las nacionalidades concedidas a dedo y en la fase papeles para todos (lo situaría justo desde el año 2000 en adelante). Eso es fue dumping de la nacionalidad española.
- Opción a restaurar el ius sanguinis frente al ius solis, con igualmente opción a crear nacionalidad y ciudadanía española, distinguiendo a una de la otra en el derecho al voto en asuntos nacionales o el acceso a ciertos puestos públicos.
- Rescisión de nacionalidad con obligación a que el marido o mujer tome la nacionalidad de su pareja en caso de que opte por casarse con los países considerados como exportadores de pagapensiones non gratos y problemáticos.
Con una restauración o mejora palpable de la homogeneización étnica y cultural, entonces sí es el momento de fomentar la natalidad como nunca y tratar de hacer retonar a los españoles en el extranjero para que construyan un país mejor. De hacerlo al revés lo único que fomentarás es el empleo de las hordas invasoras.
Ni qué decir tiene que eso exige muchos bemoles y mano de hierro, nada de políticas blandengues y de contentar al personal, entre otras cosas porque un golpe en la mesa para recuperar la soberanía nacional conllevará la enemistad con los entes globalistas que impulsan y fomentan el problema que se intenta reparar y se librará una lucha a muerte entre bambalinas. El correctismo político está obsoleto a estas alturas y si se quiere sobrevivir y evitar problemas mayores se exigen cuanto antes medidas difíciles.
Una imagen dejo: