ladrilloloco dijo:
El mercado lo sabe, por eso paga 800 € o menos. ¿Para eso van a estudiar?.
Cordiales saludos.
No te equivoques.
Hay tres razones principales para que los empresarios paguen 800 euros, y ninguna de ellas es que en las Universidades no se proporcione una formación adecuada. A estas alturas, si uno va a la Universidad pensando que se va a formar adecuadamente para su profesión, va apañado. La formación se la tiene que proporcionar uno (autoaprendizaje).
Esas tres razones , entre otras, son simples:
1) Hay más licenciados en Derecho en Madrid que en Francia. En eso no hemos cambiado: del extremo de que estudien los hijos de los señoritos franquistas, al extremo de que cualquiera pueda estudiar una carrera: si hay que rebajar los niveles de exigencia, se rebajan. No hay problema. Todo con tal de poder decir que tenemos tantos licenciados.
2) Esa masificación, unida al despido libre (no existe legalmente, pero en la realidad sí, y sé de lo que hablo, conozco el Derecho Laboral), provoca que el empresario, que no es simple, ofrezca 800 euros por un licenciado, a sabiendas de que si éste se niega , lo despide y contrata a cualquier otro de la larga cola de licenciados en paro. Hay un exceso de demanda de trabajo cualificado (ya se sabe, en España hay muchas madres con titulitis aguda) y poca oferta. Así que los oferentes (empresarios) se aprovechan de ello.
3) El mercado laboral se "supone" intervenido por el Estado. Pues bien, en España, el Gobierno marca un precio mínimo (el SMI) , por debajo del cual no es lícito contratar. Ese SMI es de risa. 600 euros. En Francia, por no ir muy lejos, es de 1200.
4) Además de todo ello, con un sistema de aplicación de la normativa laboral vergonzoso (tres inspectores de trabajo para una provincia, lo he visto con estos ojitos), no podemos esperar que no se den situaciones en las que ni se cobre ese SMI: O te conformas con 500 euros y ponemos 600 en el contratito que mando al INEM, o no tienes el trabajo y contrato a otro, que hay doscientos como tú esperando, chaval.
Por poner un dato curioso, en Inglaterra aprueban el equivalente a la carrera de Derecho unas 200 o 300 personas al año. Sus nombres salen publicados en el Times, y gozan de un gran prestigio (imaginaos el sueldo). En España, si tuviéramos que publicar las listas de aprobados en Derecho, nos faltaba BOE.
Hemos equivocado los términos, y hemos vuelto a caer, de nuevo, en aquello que hacían los hidalgos pobres en el Siglo de Oro: echarse unas migas de pan sobre la capa, para aparentar que comemos. Lo mismo hacen las madres: "Oye, que mi hijo es Licenciado".
Y de nuevo, como en el Siglo de Oro, los españoles nos negamos a realizar trabajos de carácter manual. Los consideramos "degradantes" o propios de "clase social baja". Y como en el Siglo de Oro, no tenemos tejido industrial, ni productividad ni competitividad. Vendíamos la lana a los talleres flamencos (dónde se iba a ver a un cristiano viejo hilando, por favor, qué denigrante) y luego les comprábamos las telas a un precio mucho más alto. Buen negocio.
Cuando aquí se monta una empresa (no siempre, pero en la mayoría de los casos) es para dar el pelotazo y retirarse al chalet de la Costa del Sol, no para crear empleo y riqueza, e innovar.
Si es que no hay vuelta de hoja. Estamos destinados a repetir los mismos errores de siempre, y guiados por los mismos ineptos de siempre. En el fondo, nos lo merecemos.