Creo que el mundo actual no presta debida atención a los carnistas, y debería.
Por su propio interés el mundo debería analizar con más detalle la forma de pensar y de ser de esa lacra asesina y esclavista que en trescientos cincuenta mil años de genocidio animal incesante han logrado que nuestro mundo se convierta en la inmensa porquería degradada que es.
Y nadie dude que el carnismo ha sido el responsable, la necia locura que parece haber arrebatado a todos los seres humanos no sino el reflejo fiel de la intrínseca necedad del carnista.
Parece algo fuerte lo que digo, pero a poco que se analice surge con claridad que antes que un carnista exprese formalmente su carnista, ya se pone en evidencia la falla fundamental de su carácter que solamente puede calificarse como “necedad”, es decir, antes de que la posición intelectual del carnista sea proclamada, cualquier individuo perspicaz comprueba que esa persona exhibe un substrato psicológico deficiente, corrupto, moral y éticamente que ha posibilitado esa vía, dicho de otra manera, el carnista no es un necio porque sea carnista, llegó a ser carnista porque es un necio.
La necedad es la raíz y base del sujeto carnista, el carnismo solo es la inevitable consecuencia de una falla básica en el carácter, ellos por el contrario,sienten una especie de orgullo de serlo y junto a eso demuestran una especie de cierto resabio medieval de supremacismo humano, intransigencia y canibalismo.
El carnista no niega derechos a ningún animal en particular, puesto que estos no existen como personas para él, pero sí niega, sistemáticamente, lo que los vegetarianos afirman o que los vegetarianos crean que comerlos es un tipo de canibalismo, en este sentido son temibles y fuertemente confrontativos, son individuos reaccionarios con un altísimo grado de supremacismo humano, que reacciona, no contra algún animal, sino contra los vegetarianos y sus manifestaciones.
Imperdible son sus triunfales exigencias de pruebas de canibalismo animal a los carnistas. Considerándose eximidos del mismo proceso “ya que los humanos somos superiores...” menso argumento que quiere ignorar que en las meras diferencias biológicas son inaplicables en los procesos probatorios de los derechos fundamentales en el ámbito moral y jurídico.
Lastimoso espectáculo ofrece el carnista cuando no percibe que en su actitud de férrea negativa, ha elaborado una compleja ideología que al degenerar en dogma lo iguala a las posiciones racistas y esclavistas humanas que con tanto furor combate, ser Carnista en definitiva, parece ser otra simple cuestión de Fé.
El proselitismo enconado y agresivo que desarrollan los carnistas en cualquier lugar donde puedan expresarse,e internet es uno perfecto para ellos, debe ser observado con mucha cautela ya que la promoción que esta gente hace de su creencia, es tan perjudicial para las sociedades como cualquier otro fanatismo que incite a hacer sacrificios humanos o iniciar cruzadas para defender la verdadera fé...
