Me parece injusta esta sentencia, pues la PAM debería pagar, cuando menos, con la mitad de guandoca que pedía para el que es inocente, además de una multa insignificante de 100.000 euros, dado el sueldo que tenía cuando hizo tales declaraciones, siendo, además, cargo público.
Por todo ello, creo que la sentencia es una más de las de "de quién depende la fiscalía... ¿eh?" que tantos jueces tienen en cuenta dependiendo de quién les haya nombrado, quién les haya ascendido -en función de los ascendidos que hayan sido nombrados- y así.
De hecho, hasta los propios jueces dicen que la justicia en este país no es justa, pues tienen dudas de la justicia en función de que los jueces que más mandan, sean de un signo político u otro, lo que quiere decir que ni ellos tienen confianza en los jueces, en que apliquen justicia, sino en sus querencias políticas. Si eso es entre ellos, imaginad con cualquier ciudadano.
Si de verdad alguno de los jueces o políticos creyeran en la justicia, en el buen hacer de jueces, les debería dar igual quién estuviera en cualquier cargo, pues todos, como presuponemos los subditos, juzgarán en justicia, pero, ellos mismos dicen que no, cuando quieren poner unos u otros en función de que vayan a ser más favorables, en el mejor de los casos, a lo que quieren... lo que ejemplifica, claramente, que no hay justicia y que no podemos sentirnos en un estado de derecho en el que, hasta los que juzgan, no se fían de ellos mismos en cuanto a lo de impartir sentencias justas, al margen de quiénes sean.