Heteropatriarca
Madmaxista
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Ah, no, que este lo dice en serio:
Cuando Chadwick Boseman y Black Panther dejaron atrás a los nazis de Madrid
Vimos el estreno de Black Panther en la madrileña Plaza de los Cubos: 30 años antes era un lugar copado por nazis, pero ese día las personas negras llenamos el lugar de trajes jovenlandeses y una energía antirracista, abierta, fiel a nuestros tiempos y con mirada de futuro
Inspirados por lo que nos llegaba de EEUU (sí, una vez más, pero esta vez para bien), nos plantamos en los cines de la calle Princesa varias decenas de personas siguiendo la misma estela estética.
La representación tiene sus límites, sabemos que la presencia de una persona negra en un espacio de poder y visibilidad no tiene que ser precisamente un sinónimo de progreso para la comunidad, pero en este caso sí es positivo y genera un efecto multiplicador en presente y futuro. Era una de las pocas veces en las que las personas negras en la gran pantalla teníamos una representación lejos de los estereotipos que cargamos desde hace siglos. Aunque fuera ficción, lo que veíamos nada tenía que ver con actividades delictivas que nos hacen creer que forma parte de nuestro ser ni la muerte como si fuera nuestro estado natural y no una consecuencia lógica de la vida.
Las vicisitudes del universo Wakanda, territorio convertido en una de las máximas expresiones de un afrofuturismo que fantasea con lo que hubiera ocurrido en la Historia de no mediar la colonización.
Cuando Chadwick Boseman y Black Panther dejaron atrás a los nazis de Madrid
Vimos el estreno de Black Panther en la madrileña Plaza de los Cubos: 30 años antes era un lugar copado por nazis, pero ese día las personas negras llenamos el lugar de trajes jovenlandeses y una energía antirracista, abierta, fiel a nuestros tiempos y con mirada de futuro
Inspirados por lo que nos llegaba de EEUU (sí, una vez más, pero esta vez para bien), nos plantamos en los cines de la calle Princesa varias decenas de personas siguiendo la misma estela estética.
La representación tiene sus límites, sabemos que la presencia de una persona negra en un espacio de poder y visibilidad no tiene que ser precisamente un sinónimo de progreso para la comunidad, pero en este caso sí es positivo y genera un efecto multiplicador en presente y futuro. Era una de las pocas veces en las que las personas negras en la gran pantalla teníamos una representación lejos de los estereotipos que cargamos desde hace siglos. Aunque fuera ficción, lo que veíamos nada tenía que ver con actividades delictivas que nos hacen creer que forma parte de nuestro ser ni la muerte como si fuera nuestro estado natural y no una consecuencia lógica de la vida.
Las vicisitudes del universo Wakanda, territorio convertido en una de las máximas expresiones de un afrofuturismo que fantasea con lo que hubiera ocurrido en la Historia de no mediar la colonización.
