JoséBatallas
Madmaxista
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Os cuento lo que ha pasado en Galicia durante las últimas 4 semanas. A finales de enero el masonazo hijomio de Feijoo dictamina un confinamiento premium con el cierre casi absoluto de la hostelería (salvo para comidas y cafés para llevar), cierres de gimnasios, prohibiciones de reunirse no convivientes, etc etc.
Aunque quedaban los típicos establecimientos de comida rápida con servicio a domicilio el resto no podían sobrevivir solo poniendo cafés para llevar. Los más atrevidos que ponían las típicas cañas en vasos de plástico corrían el riesgo de tener a los Caballerooo tocando los narices a clientes y hosteleros. Puesto que los que consumian alcohol solían ser los vecinos de la zona que se quedaban hablando entre ellos fuera del local. Como las terrazas estaban cerradas tampoco te permitían estar de pie en los aledaños del bareto en cuestión. Tenías que largarte a sabe dios donde, tu coche o tu casa, porque también te saltaban con lo del consumo de alcohol en via pública y bla bla bla. Fue tan excesivo el acoso y derribo contra estos locales y clientes que el 95% de establecimientos optó por cerrar y los que abrían muchos preferian no servir alcohol para llevar, solo cafes o comidas. Menos ventas pero evitaban que los pudiesen emplumar.
Todo este despropósito inicialmente iba a durar 3 semanas, que luegó el masonazo de Feijoo se encargó de que fuese una semana más, alargándolo un mes entero, concretamente hasta ayer viernes donde se permitio de golpe que las terrazas pudiesen abrir al 50 % de su aforo (interior prohibido) , junto con la rebaja de otras muchas medidas coercitivas que llevabamos padeciendo desde muchos meses atras como los cierres perimetrales por ayuntamientos.
Todo esto, y este punto es muy importante tenerlo en cuenta, se produjo en condiciones atmosféricas muy jodidas como varias borrascas obesas y consecutivas que sufrimos los gallegos a lo largo de febrero que nos impidió verla luz del sol durante prácticamente todo el mes.
Y precisamente a mediados-finales de esta semana regresó el buen tiempo, justo cuando se permitia a la hosteleria abrir (solo terrazas) y se relajaban otras muchas medidas coercitivas anteriores.
Entendiendo esto era de esperar que ayer fuese todo un desmadre en las principales ciudades gallegas. Todo dios aprovechó para poder VIVIR de nuevo, poder RESPIRAR aunque solo fuese aprovechando el estar sentado en una terraza, el poder SOCIALIZAR un mínimo., el poder volver a ver la LUZ DEL SOL ya fuese dando un paseo o disfrutando de compañia en la terraza de un bar, el poder volver a beber de nuevo un puñetero vaso de vino o una caña de estrella galicia bien fria tras un puñetero mes donde para beber una cerveza en cualquier otro sitio que no fuese tu fruta casa tenías que esconderte como si fueses un terrorista a punto de cometer una sangría.
Y claro, hubo aglomeraciones por todas partes y todas las pilinguis terrazas a rebosar de gente. Por otro lado es obvio entendiendo que el 75% de los bares siguen cerrados. Todos aquellos que no disponen de terrazas amplias. Los tipicos con una acera de hez. Aunque puedas meterle cuatro mesas paco solo podrías tener dos ocupadas (recordar que interior prohibido). De ahí que solo hayan abierto esos afortunados que cuentan con AMPLIAS terrazas. Y estos al menos en ciudad son la gran minoria.
Por tanto tenemos un efecto rebote evidente tras un mes de encarcelamiento indirecto que provoca la salida en masa de la gente a la calle y la reducción de locales hosteleros puesto que la mayoría no puede abrir en esas condiciones y otros muchos ya han cerrado sus puertas para siempre hace tiempo.
Y despues de que ocurriese lo EVIDENTE que ha pasado? Pues que el señor Feijoo, ese de la cremita en la espalda cuando se va de viaje en lancha, ha puesto el grito en el cielo y no han tardado ni 24 horas en amenazar, él y sus sicarios de las autoridades sanitarias, con el cierre de nuevo de los locales hosteleros por infringir los aforos y distancias mínimas y hoy de tarde se han establecido controles policiales masivos con multas por doquier a clientes y hosteleros.
Han salido los agentes en masa a por la hostelería tras haber abandonado las carreteras donde estuvieron integramente durante las últimas cuatro semanas para recaudar mediante recetazos a los conductores que pasaban de un ayuntamiento a otro. Ahora la amenaza del bichito ya no está en las carreteras, en el pobre Paco que se va al mercadona que tiene a 500 metros y se olvida de que el ayuntamiento ya es otro y le meten el puro. Ahora la amenaza del bichito vuelve a la hostelería.
Que puñetero país este.
Las amenazas de Sanidad y hasta 50 fotografías de las terrazas de ayer y hoy en: El mensaje de Sanidade a la hostelería que no cumple las normas: «Están poñendo en risco a todos»
Primeros cierres de los caballerooo (de pago): Desalojan y cierran los bares de la plaza de A Verdura de Pontevedra por la gran aglomeración de gente
Otros: Los gallegos llenan terrazas y espacios públicos en el primer fin de semana con movilidad entre ayuntamientos y buen tiempo
Aunque quedaban los típicos establecimientos de comida rápida con servicio a domicilio el resto no podían sobrevivir solo poniendo cafés para llevar. Los más atrevidos que ponían las típicas cañas en vasos de plástico corrían el riesgo de tener a los Caballerooo tocando los narices a clientes y hosteleros. Puesto que los que consumian alcohol solían ser los vecinos de la zona que se quedaban hablando entre ellos fuera del local. Como las terrazas estaban cerradas tampoco te permitían estar de pie en los aledaños del bareto en cuestión. Tenías que largarte a sabe dios donde, tu coche o tu casa, porque también te saltaban con lo del consumo de alcohol en via pública y bla bla bla. Fue tan excesivo el acoso y derribo contra estos locales y clientes que el 95% de establecimientos optó por cerrar y los que abrían muchos preferian no servir alcohol para llevar, solo cafes o comidas. Menos ventas pero evitaban que los pudiesen emplumar.
Todo este despropósito inicialmente iba a durar 3 semanas, que luegó el masonazo de Feijoo se encargó de que fuese una semana más, alargándolo un mes entero, concretamente hasta ayer viernes donde se permitio de golpe que las terrazas pudiesen abrir al 50 % de su aforo (interior prohibido) , junto con la rebaja de otras muchas medidas coercitivas que llevabamos padeciendo desde muchos meses atras como los cierres perimetrales por ayuntamientos.
Todo esto, y este punto es muy importante tenerlo en cuenta, se produjo en condiciones atmosféricas muy jodidas como varias borrascas obesas y consecutivas que sufrimos los gallegos a lo largo de febrero que nos impidió verla luz del sol durante prácticamente todo el mes.
Y precisamente a mediados-finales de esta semana regresó el buen tiempo, justo cuando se permitia a la hosteleria abrir (solo terrazas) y se relajaban otras muchas medidas coercitivas anteriores.
Entendiendo esto era de esperar que ayer fuese todo un desmadre en las principales ciudades gallegas. Todo dios aprovechó para poder VIVIR de nuevo, poder RESPIRAR aunque solo fuese aprovechando el estar sentado en una terraza, el poder SOCIALIZAR un mínimo., el poder volver a ver la LUZ DEL SOL ya fuese dando un paseo o disfrutando de compañia en la terraza de un bar, el poder volver a beber de nuevo un puñetero vaso de vino o una caña de estrella galicia bien fria tras un puñetero mes donde para beber una cerveza en cualquier otro sitio que no fuese tu fruta casa tenías que esconderte como si fueses un terrorista a punto de cometer una sangría.
Y claro, hubo aglomeraciones por todas partes y todas las pilinguis terrazas a rebosar de gente. Por otro lado es obvio entendiendo que el 75% de los bares siguen cerrados. Todos aquellos que no disponen de terrazas amplias. Los tipicos con una acera de hez. Aunque puedas meterle cuatro mesas paco solo podrías tener dos ocupadas (recordar que interior prohibido). De ahí que solo hayan abierto esos afortunados que cuentan con AMPLIAS terrazas. Y estos al menos en ciudad son la gran minoria.
Por tanto tenemos un efecto rebote evidente tras un mes de encarcelamiento indirecto que provoca la salida en masa de la gente a la calle y la reducción de locales hosteleros puesto que la mayoría no puede abrir en esas condiciones y otros muchos ya han cerrado sus puertas para siempre hace tiempo.
Y despues de que ocurriese lo EVIDENTE que ha pasado? Pues que el señor Feijoo, ese de la cremita en la espalda cuando se va de viaje en lancha, ha puesto el grito en el cielo y no han tardado ni 24 horas en amenazar, él y sus sicarios de las autoridades sanitarias, con el cierre de nuevo de los locales hosteleros por infringir los aforos y distancias mínimas y hoy de tarde se han establecido controles policiales masivos con multas por doquier a clientes y hosteleros.
Han salido los agentes en masa a por la hostelería tras haber abandonado las carreteras donde estuvieron integramente durante las últimas cuatro semanas para recaudar mediante recetazos a los conductores que pasaban de un ayuntamiento a otro. Ahora la amenaza del bichito ya no está en las carreteras, en el pobre Paco que se va al mercadona que tiene a 500 metros y se olvida de que el ayuntamiento ya es otro y le meten el puro. Ahora la amenaza del bichito vuelve a la hostelería.
Que puñetero país este.
Las amenazas de Sanidad y hasta 50 fotografías de las terrazas de ayer y hoy en: El mensaje de Sanidade a la hostelería que no cumple las normas: «Están poñendo en risco a todos»
Primeros cierres de los caballerooo (de pago): Desalojan y cierran los bares de la plaza de A Verdura de Pontevedra por la gran aglomeración de gente
Otros: Los gallegos llenan terrazas y espacios públicos en el primer fin de semana con movilidad entre ayuntamientos y buen tiempo
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