Me encanta la gente que describe a Barcelona como "sitio poco agradable", o la describe como si fuera Aleppo o una zona de guerra. jorobar, ¿qué se han criado, en el palacio de Buckingham?
Barcelona, en estándares internacionales, es una ciudad muy segura, con poca delincuencia grave (carteristas como en cualquier sitio, por supuesto, especialmente en transportes públicos y zonas de afluencia guiri), pero palos, que no hay guerras de bandas ni asesinatos ni asaltos violentos ni nada por el estilo, jorobar.
De hecho, hay mucha más criminalidad contra la propiedad (bandas del este que te desvalijan la casa y cosas por el estilo) en los pueblos de la periferia o en Cataluña interior, cosa que muy rara vez se ve en Barcelona ciudad.
La clasificación que hace el OP de los barrios está muy en relación directa con su poder adquisitivo. No es que te vaya a negar que existe una amplia correlación entre ambos factores, pero en Barcelona no es tan directa como en otras ciudades que conozco. Desde mi perspectiva de "extranjero" que vive en BCN desde hace 16 años, pero que tiene una larga experiencia en muchas ciudades de países muy diversos, una de las cosas que caracteriza a Barcelona es que los barrios no son nada homogéneos en el grano de pequeña escala.
Me explico: hay ciudades (la mayoría) en donde un barrio bueno tiende a ser bastante homogéneamente bueno, y los barrios malos tienden a serlo también de manera homogénea. En Barcelona no ocurre así: hay barrios como Sant Gervasia o Sarriá que son indudablemente de estandar medio alto en su conjunto, pero tienes una avenida con edificaciones de la leche y un ambiente urbano impecable, y a media manzana de allí tienes una callecita de 4 metros de ancho con unas casitas que dan grima.
Y lo mismo ocurre, pero al revés, con barrios "malos" en promedio, pero que de repente tienes cuatro manzanas que son un paraíso en medio de un tejido que más parece Marrakesh que una ciudad europea. Y no lo digo por su población; hay barrios de esos de catalanes de toda la vida que son una birria absoluta, que si los analizas por la calidad de sus construcciones, su urbanismo, su espacio urbano y su estética parecen más un zoco argelino que un lugar atractivo para vivir.
Uno de los barrios en donde esto es evidente, en mi opinión, es en el sobrevalorado barrio de Gracia. Salvo alguna calles, en general es un barrio urbanísticamente feo, claustrofóbico, con construcciones antiestéticas, apiñada, pobretonas y sin estilo. Con calles estrechas y poco agraciadas.
Si vives es un piso que da al centro de manzana, prepárate para tener una vista que es más posible que se parezca a El Cairo que a una ciudad europea.
Lo que pasa es que Gracia es un poco como el Greenwich Village o el Tribeca barcelonés, meca de todo hipster y progre de medio pelo que no le llega para ir a más. Pero es que, cachopo, tú comparas Gracia con esos referentes y no hay color. Y realmente, más allá de eso no hay nada que justifique vivir en Gracia o que lo convierta en algo superior a su entorno inmediato. Eso sí, los precios por unos zulos que dan miedo son un 40% más altos que si vives a 7 calles de ahí, porque ya "no es molón".
La buena calidad de vida general de Barcelona tiene que ver con sus espacios exteriores, su sociabilidad, su buena dotación de servicios y transporte público, los comercios de proximidad, la vida urbana y el privilegiado entorno geográfico, en donde tienes lo que quieras a no más de media hora (playas, montañas, bosques, lago, mar, deportes de invierno, etc) y un clima muy benigno, que te permite hacer vida exterior 10 meses por año.
De puertas adentro, y más allá de los distintos barrios, la cosa cambia. Como promedio, el estándar de los pisos barceloneses (aunque esto no es algo exclusivo de Barcelona, sino que es un fenómeno español en su conjunto) es bastante malo tanto en distribución, como en diseño, espacialidad y fundamentalmente en tamaño de los ambientes, que es terrible si lo comparas con las medias de otros países, especialmente las americanas. En España, el tamaño de los pisos y las habitaciones en general son la mitad de lo que es habitual en muchos otros sitios del mundo, y lo que es peor -en mi gusto personal- es que el tamaño de las ventanas y aberturas también lo es. Y este estándar no es solo para los pisos de categoría media o media-baja, es que te encuentras con pisos "de lujo" recién construídos, en barrios pijos, con "dormitorios" de 6 m2 o salas de 15, algo que como no vengas de Tokio o de Kowloon es considerado una broma de mal gusto.
En muchas ciudades del mundo, el tamaño y la calidad espacial de las viviendas no tiene mucho que ver con los barrios: por ejemplo, si quieres espacio, tú puedes encontrar casas muy grandes tanto en zonas pijas como en zonas medias o bajas. En cada caso pagarás en relación al entorno, pero lo importante es que hay esa variedad de oferta, y mucha gente prefiere ir a barrios menos agraciados pero hacerse con 200 m2 más un jardín o un gran espacio exterior a precio asumible, y convertir luego su casa en su palacio privado. De hecho, esto era lo que ocurría en los ejemplos neoyorkinos que cité. En Barcelona tales opciones no existen. Si quieres habitaciones amplias, la única oferta de origen que encontrarás estará solo en las zonas muy pijas a precios estratosféricos. Sales de allí y todo lo que te queda es el mismo zulo de 70 m2 repetido exactamente igual por todos los barrios, de modo que si quieres tener un dormitorio de 20 m2 o una sala de 40 deberás demoler todo el interior de un piso estándar y comprar el de al lado para intentar disponer el resto de la vivienda.
Eso es otra cosa que sorprende de una ciudad como Barcelona, que no es una ciudad excesivamente grande pero tampoco es un pueblo: la escasísima variedad de tipos de vivienda que hay, parece que el 80% de la ciudad -sin distinción de barrio- ha sido construída con el mismo plano. Si quieres algo distinto, es que directamente no existe. La escasa cantidad de edificios adaptables, además, no suele tener una gran calidad constructiva que haga atractiva una remodelación conservando su arquitectura original. Y como esto se repite en todos los barrios exactamente igual, se convierte en un importante factor de indiferenciación entre ellos.
Como conclusión, Barcelona es una ciudad en donde en muchos aspectos su calidad de vida no depende tanto como en otras de los distintos barrios, porque tiene una calidad urbanística y de oferta ambiental relativamente buena como promedio general, que los empareja en unos cuantos aspectos. Incluso en barrios considerados como malos hay una inversión promedio en infraestructuras y equipamiento que en otros países no encuentras con facilidad.
Como criterio absolutamente personal, que a mi me resulta revelador, si quieres saber de un vistazo muy rápido cuáles son las zonas residenciales buenas de una ciudad, te vas al google maps o al earth, pones la visión satelital, y ves qué partes tienen una forestación abundante en sus calles. (Las excepciones a esta norma son cascos históricos o downtowns). La correlación es Infalible al 95%.