El haber dado una patada en el ojo ciego a este zascandil y sacarlo fuera de la alcaldía de Valladolid me llena de legítimo orgullo.
He contribuido a echarte de aquí, personaje.
Si va a dejar el transporte nacional convertido en un caos de tráfico como el que creó en mi ciudad, se va a arrepentir de haberle hecho ministro hasta el propio Xanxe.
La que debe estar gozando de lo lindo es la camarera con la que esta liado ¡mamá, que ya soy la meretriz de un ministro!