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Un coche convertido en hogar
Emilio Alfonso lleva varios meses durmiendo en un vehículo después de que su vivienda fuera ocupada por varias familias.

Castellón
Un coche convertido en hogar
Emilio Alfonso lleva varios meses durmiendo en un vehículo después de que su vivienda fuera ocupada por varias familias

M. J. C./ VALENCIA

Emilio Alfonso, en el vehículo donde vive desde hace tres meses.

La escasez de viviendas de alquiler y los altos precios han agudizado el ingenio de muchos. Miles de pisos están vacíos mientras que muchas familias buscan un lugar donde residir. Incluso hay quien recurre directamente a la patada en la puerta para ocupar una vivienda.

Esto es lo que le ha ocurrido a Emilio. “Me han tirado de mi propia casa y vivo en el coche desde entonces”. Este valenciano lleva varios meses durmiendo en su vehículo, desde que la vivienda de la que es propietario fue ocupada por un grupo de personas “a los que ni la policía ni la justicia ha podido o querido echar”.

En febrero de este mismo año, Emilio volvió a su casa, donde pensaba residir, después de haberla alquilado durante varios meses. Pero se encontró con la puerta abierta y la vivienda ocupada por “10 o 12 personas, todos rumanos, y varios niños”. Emilio les pidió explicaciones, pero a cambio obtuvo “amenazas que me obligaron a ceder y a darles unos días de margen para que se fueran de mi casa”.

Cuando volvió, al cabo de una semana, los habitantes no quisieron abandonar la vivienda y Emilio se encontró en la calle. De poco le han servido las denuncias presentadas ante la comisaría. “Me siento impotente y desprotegido”.

La resolución del juzgado de instrucción número 8 de Valencia alega incluso que el “propio denunciante dejó ocupar la vivienda a los denunciados” y, por tanto, no puede hacer nada para desalojar la casa.

Emilio denuncia que se trata de una mafia, que sabe cómo actuar para “engañar a las personas honradas que no le hacen daño a nadie”. Malvive con un subsidio de poco más de 400 euros y centra todos sus esfuerzos en recuperar su vivienda. “Mientras esto siga así no puedo ni trabajar”. Ayer mismo volvió a su casa y se enfrentó a sus ocupantes, que alegaron que tienen un contrato de alquiler “firmado con una señora”. “Que lo demuestren”, contestó Emilio.

Vive desde entonces a las afueras de Xirivella, en una calle tranquila y donde el vehículo, un Ford Escort, permanece siempre estacionado. Por las mañanas se dedica a realizar trámites, mientras que a media tarde mata el tiempo paseando por la playa. “Vuelvo al coche cuando ya no hace tanto calor”.

Vaticina que cuando finalmente pueda volver a su casa “estará destrozada y en ruinas. Encima les tendré que dar las gracias si algún día se van”.

Emilio alerta de que no es el único que está sufriendo esta “injusticia”. Denuncia que en el barrio donde reside hay muchas viviendas que ya han sido ocupadas. “Entran, cambian la cerradura y ya no hay quien los eche”, lamenta este valenciano, electricista de profesión, preocupado además porque esta situación está mermando su salud.

sociedad@lasprovincias.es
http://www.lasprovincias.es/valenci...lenciana/coche-convertido-hogar_20070512.html