Nueva Ley de Startups 2022

JuanJoseRuiz

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En qué consiste la nueva Ley de Startups 2022
Empecemos por las declaraciones de intenciones. La nueva normativa —enmarcada dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y recogida también en la Agenda España Digital 2025 — persigue cinco grandes objetivos:
  1. Fijar las condiciones que deberán cumplir las empresas emergentes para ser consideradas startups y poder acogerse a los beneficios que recoge la norma.
  2. Simplificar los trámites administrativos para favorecer el emprendimiento innovador.
  3. Incentivar la contratación de personal de alta cualificación.
  4. Fomentar la inversión nacional y extranjera en las empresas emergentes mediante nuevos beneficios fiscales.
  5. Adaptar el marco administrativo, fiscal, civil y mercantil aplicable a las especificidades de las compañías emergentes de base tecnológica para apoyarlas en sus primeros años de vida y diferenciarlas de las empresas con modelos de negocio convencionales.

Definición de startup
Entre las medidas estrella se encuentra la propia definición de startup, que hasta ahora vivía en un limbo que hacía difícil la atracción de recursos financieros.
La nueva Ley establece que tendrán la consideración de startups las empresas de nueva creación o de menos de cinco años, 7 en el caso de empresas biotecnológicas, energéticas, industriales y de otros sectores estratégicos o que hayan desarrollado tecnología propia diseñada íntegramente en España.
Para poder ser considerada como startup, la empresa debe ser, además, independiente de otras empresas, no cotizar en el mercado de valores, no distribuir beneficios, no superar un volumen anual de negocio de 5 millones y, obviamente, tener carácter innovador.
Pero los requisitos para tener la categoría de empresa emergente no se quedan ahí: para obtener la etiqueta de empresa emergente y poder acogerse a los beneficios recogidos en la nueva normativa las beneficiarias han de pasar el filtro de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), que otorgará la declaración del carácter innovador de la empresa y centralizará las gestiones vinculadas al proyecto emprendedor operando como ventanilla única para su tramitación.
Agilizar los trámites

Uno de los grandes objetivos de la nueva legislación es el de agilizar la tramitación para constituir sociedades de base tecnológica. Para conseguirlo, se proponen las siguientes medidas:
  1. La gratuidad de las gestiones de notarios y registradores y su publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil si la nueva sociedad se crea telemáticamente.
  2. Facilitar la constitución telemática de nuevos proyectos emprendedores mediante un documento único electrónico y la inscripción en el registro mercantil en seis horas si se utilizan los estatutos tipo y en cinco días hábiles en el resto de casos.
  3. Suprimir la obligatoriedad de disponer del Número de Identidad de Extranjeros (NIE) a los no españoles que quieran invertir en una compañía emergente. Ahora será necesario contar solo con un NIF.
  4. Reducir a un euro el capital social necesario para la constitución de una empresa.
Stock Options y beneficios fiscales de la Ley de Startups
La Ley incorpora una fiscalidad específica para atraer y retener el talento, captar inversiones y facilitar la constitución de hubs digitales. De todas ellas una destaca por encima del resto:
La Ley de Startups fija una reducción del Impuesto de Sociedades y del Impuesto sobre la Renta de No Residentes, al pasar el tipo general del 25% al 15% en los cuatro primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva.

  1. El importe exento de tributación de las stock options —opciones sobre acciones— se eleva de 12.000 a 50.000 euros anuales en el caso de entrega por parte de startups de participaciones derivadas del ejercicio de opciones de compra.
  2. La base máxima de deducción por inversión en empresas de nueva o reciente creación se amplía. Los primeros 100.000 euros de inversión serán libres de impuestos para el emprendedor o sus financiadores (antes era hasta 60.000).
  3. Se permite el aplazamiento de la deuda tributaria del Impuesto de Sociedades o del Impuesto sobre la Renta de No Residentes en los dos primeros ejercicios desde que la base imponible sea positiva, sin garantías ni intereses de demora, por un periodo de 12 y 6 meses respectivamente. Y se elimina la obligación de efectuar pagos fraccionados en Sociedades y en el IRPF de los no residentes. Pero solo en los 2 años posteriores a aquel en el que la base imponible sea positiva.
  4. Además, durante los tres primeros años se eximirá a la startup de la causa de disolución por pérdidas relacionadas o que generen un desequilibrio patrimonial.
Atracción de talento
Para fomentar la atracción de los llamados nómadas digitales —emprendedores y teletrabajadores que se desplacen a España o trabajen para empresas nacionales desde otros países— la nueva ley establece que los foráneos podrán tributar por el IRPF de los no residentes y los nacionales ya no tendrán que demostrar que llevan más de diez años en el exterior: llegará con cinco años.
Asimismo, para fomentar la repatriación del talento se elimina durante 3 años la doble cotización a la Seguridad Social en el caso de pluriactividad para aquellos emprendedores que trabajan simultáneamente por cuenta ajena.
Sandbox regulatorios
Una de la medidas más interesantes de la nueva legislación de startups es el futuro impulso de sandbox regulatorios, una figura ya contemplada en la nueva Ley para la Transformación Digital del Sector Financiero pero que pretende extenderse al resto de ecosistemas vinculados al emprendimiento tecnológico siguiendo la estela de otros países europeos.
Se trata de ámbitos regulatorios adaptados a las necesidades de las startups que operan como campos de pruebas para nuevos modelos de negocio.
La creación de estos estos marcos regulatorios permitirá a los emprendedores testar sus innovaciones con todas las garantías y en un entorno controlado, acompasando el cumplimiento de las regulaciones y los derechos de los usuarios sin estrangular el crecimiento del negocio.
El análisis de Jaime Novoa (K Fund)
Jaime Novoa, miembro de Startup Galicia, de la firma de capital riesgo K Fund y fundador de la exitosa newsletter Dealflow, donde analiza las noticias que arroja el panorama español de empresas emergentes, nos brinda su amplio conocimiento del ecosistema emprendedor para abordar el alcance de la nueva normativa.
“La ley era muy necesaria y, teniendo en cuenta de que veníamos de la nada, podríamos decir que es un buen punto de partida, aunque ojalá hubiese llegado antes. Tiene puntos interesantes y ha mejorado sensiblemente gracias a la aportación de los actores del ecosistema desde que se conociese el primer borrador en verano”, sostiene Novoa, que destaca “algunas propuestas interesantes”, como las llamadas a fomentar la inversión o la flexibilización de los trámites para crear empresas.
Propuestas a medias
“Si lees la letra pequeña, como el tratamiento fiscal de las stock options, es evidente que algunas medidas, aunque bienintencionadas, se han quedado a medio camino”, añade el especialista gallego en compañías emergentes, que lamenta que los beneficios fiscales en el reparto de las opciones sobre acciones solo apliquen a las empresas de menos de cinco años y con menos de cinco millones de euros de ingresos.
Jaime Novoa
Y es que es en la definición de startup donde Novoa es más crítico con la nueva ley. A su juicio, las condiciones que recoge el texto revelan una visión demasiado encorsetada de lo que se considera como empresa emergente.
“No todas las startups son iguales. Algunas necesitan más de cinco años para madurar, sobre todo las tecnológicas. No tiene sentido fijar un período de madurez ni un máximo de ingresos. Los márgenes no son los mismos en un ecommerce que en un negocio centrado en el desarrollo de un software puntero”, advierte Novoa, que también recela de que recaiga en Enisa toda la potestad para determinar cuáles son empresas emergentes y cuáles no.
Trabas a la inversión extranjera
Para Novoa el Gobierno ha sido demasiado conservador a la hora de eliminar los requisitos que hasta ahora limitaban la llegada de capital extranjero para financiar startups españolas. La supresión de la obligatoriedad de disponer del NIE para poder invertir en una empresa es un avance. “No obstante, a muchos todavía les choca que sea necesario disponer del NIF para hacerlo, lo que podría frenar algunas operaciones”, afirma Novoa. El experto no tiene dudas a la hora de elegir el referente a seguir para fomentar un ecosistema emprendedor en condiciones: Reino Unido.

“Reino Unido es el país que más apoyo ofrece a los emprendedores. Dispone de la legislación más antigua y favorable de Europa de apoyo a empresas emergentes. Allí pesa mucho el factor cultural y la mentalidad anglosajona siempre ha apostando por las empresas emergentes como modelo de crecimiento”, apunta. Novoa subraya también el apoyo histórico al emprendimiento, la cobertura legal a los inversores y el fomento del desarrollo del sector tecnológico en Reino Unido.
Políticas de fomento del emprendimiento
Pero contar con un corpus legislativo favorable al emprendimiento no determina que pueda crecer En España un ecosistema de empresas emergentes robusto.
“Se necesitan políticas específicas de apoyo a los emprendedores en todos los niveles de la administración y, sobre todo, que el sector público colabore más estrechamente con el sector privado para definir esas políticas”, afirma Novoa, que recomienda escuchar activamente a todos los players del ecosistema “y no solo a los grandes”.
“En los últimos años se han desarrollado tanto en Galicia como en España muchas iniciativas de fomento del emprendimiento por parte del sector público. Pero no han contado con la opinión del sector privado. En otras solo se ha escuchado a grandes empresas y consultoras que tienen un interés específico en determinados sectores. En ocasiones parece que en estas iniciativas, muchas veces bajo la forma de incubadoras o aceleradoras, lo importante es el edificio no lo que ocurre dentro”, se lamenta Novoa, que achaca esta falta de respaldo real por parte de los poderes públicos a la persistencia de una mentalidad poco proclive al emprendimiento y a las prisas por obtener resultados inmediatos.

Cambio de mentalidad
Respecto a la receta para poder cambiar esa mentalidad que frena el desarrollo del emprendimiento en nuestro país, Novoa no oculta un cierto pesimismo. “Estamos hablando de cambios que llevan mucho tiempo. Hay muchos españoles que han trabajado fuera de nuestras fronteras y que saben qué medidas han tenido éxito en otros países. Deberíamos dejarlos trabajar y no ponerles trabas”, reflexiona Novoa, que concluye pidiendo “tener más paciencia” para que veamos crecer en nuestro país un ecosistema de startups sólido que nos equipare al que guía el desarrollo de las grandes economías de nuestro entorno.
Entrada en vigor en 2023
Aunque inicialmente estaba previsto que la normativa entrase en vigor en otoño de 2022, no será hasta enero de 2023 cuando lo haga
[Este artículo fue publicado en enero de 2021 tras la aprobación del anteproyecto de Ley por el Gobierno y actualizado el 5 de noviembre de 2022 tras el refrendo del Congreso a la Ley de Startups]
(Todas las ilustraciones cedidas por Freepik)
 
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