dalmore_12y
Madmaxista
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Cinco años por tirar a alguien por una ventana, con antecedentes...si comparamos con otras penas de todo tipo (raperos, abusadores, corruptos, etc.) ...
Cinco años de guandoca por poner fin a una fiesta arrojando a una mujer al vacío
Agresión en Zaragoza: Cinco años de guandoca por poner fin a una fiesta arrojando a una mujer al vacío | Noticias de Zaragoza en Heraldo.es
Zakaria Hamidi MassaOudi pasará cinco años en prisión por poner fin a una fiesta arrojando al vacío a la anfitriona, una mujer de 47 años a la que había conocido esa misma noche en un bar de La Magdalena. La víctima invitó al acusado, de 21 años, y a un amigo de este a tomar la última copa en su casa. Lo que no podía imaginar es que el primero, sin encomendarse a nadie, iba a tirar de teléfono para convocar a sus colegas y montar allí un tremendo botellón. Aquello molestó a la mujer, que terminó pidiendo a Zakaria que se llevara del piso a toda aquella gente. Lejos de hacerlo, el ahora condenado se encaró con la denunciante y tras un violento forcejeo acabó empujándola por la ventana.
El acusado –que ya fue detenido en 2015 cuando aún era menor por violar a una joven en Las Delicias y prender fuego después al piso con ella dentro, provocándole quemaduras en el 30% del cuerpo– lo negó todo cuando declaró en el juicio. Para empezar, aseguró que el día de los hechos, 21 de mayo de 2016, ni siquiera se encontraba en aquella casa. Admitió que conocía a la víctima, pero no porque hubiera coincidido con ella en un bar, sino porque esta le había alquilado una habitación. Eso sí, cuando le preguntaron si tenía algún recibo para demostrarlo, este manifestó que pagaba en oscuro.
A la hora de montarse una coarta para evitar los diez años y medio de guandoca que le pedía la acusación particular por una tentativa de homicidio y otra de violación, el acusado fue incluso más allá. Y para justificar los más de 30 tetrabricks de vino vacíos que la Policía halló en la casa, en medio de un tremendo desorden, Zakaria Hamidi dijo que a la denunciante le gustaba montar fiestas. La llegó a acusar incluso de haberse intentado suicidar, negando tajantemente que él la hubiera agredido o empujado por la ventana. Pero ninguna credibilidad han dado los magistrados al testimonio del acusado, al que además de la pena de guandoca obligan a indemnizar a la víctima con 29.000 euros.
No hubo agresión sensual
La Fiscalía y el abogado de la víctima, Ignacio Rada Ramiro, pedían que se condenara también a Zakaria Hamidi por una agresión sensual en grado de tentativa. Pero como recuerda la Sección Primera en su sentencia, si bien la denunciante habló de un intento de violación cuando compareció ante la Policía y el juez instructor, esta se desdijo después en el juicio. De ahí que el tribunal haya decidido absolver al acusado de este delito.
Durante el interrogatorio, la víctima explicó que la violenta reacción del joven cuando le pidió que se marchara del piso con sus amigos la dejó en shock. La mujer aclaró que al arrancarle el vestido y dejarla desnuda durante el forcejeo *–como la encontraron después sus rescatadores sobre un tejadillo del patio interior, al que cayó desde una altura de ocho metros–, pensó que el acusado pretendía abusar de ella. Pero superado el trauma, se dio cuenta de que no había sido forzada.
De lo que no cabe duda, según el tribunal, es de que al empujar a la víctima por la ventana –donde se hallaron sus huellas– el encausado era plenamente consciente de que podía acabar con la vida de la mujer. Y aún así, terminó arrojándola al vacío.
Cinco años de guandoca por poner fin a una fiesta arrojando a una mujer al vacío
Agresión en Zaragoza: Cinco años de guandoca por poner fin a una fiesta arrojando a una mujer al vacío | Noticias de Zaragoza en Heraldo.es
Zakaria Hamidi MassaOudi pasará cinco años en prisión por poner fin a una fiesta arrojando al vacío a la anfitriona, una mujer de 47 años a la que había conocido esa misma noche en un bar de La Magdalena. La víctima invitó al acusado, de 21 años, y a un amigo de este a tomar la última copa en su casa. Lo que no podía imaginar es que el primero, sin encomendarse a nadie, iba a tirar de teléfono para convocar a sus colegas y montar allí un tremendo botellón. Aquello molestó a la mujer, que terminó pidiendo a Zakaria que se llevara del piso a toda aquella gente. Lejos de hacerlo, el ahora condenado se encaró con la denunciante y tras un violento forcejeo acabó empujándola por la ventana.
El acusado –que ya fue detenido en 2015 cuando aún era menor por violar a una joven en Las Delicias y prender fuego después al piso con ella dentro, provocándole quemaduras en el 30% del cuerpo– lo negó todo cuando declaró en el juicio. Para empezar, aseguró que el día de los hechos, 21 de mayo de 2016, ni siquiera se encontraba en aquella casa. Admitió que conocía a la víctima, pero no porque hubiera coincidido con ella en un bar, sino porque esta le había alquilado una habitación. Eso sí, cuando le preguntaron si tenía algún recibo para demostrarlo, este manifestó que pagaba en oscuro.
A la hora de montarse una coarta para evitar los diez años y medio de guandoca que le pedía la acusación particular por una tentativa de homicidio y otra de violación, el acusado fue incluso más allá. Y para justificar los más de 30 tetrabricks de vino vacíos que la Policía halló en la casa, en medio de un tremendo desorden, Zakaria Hamidi dijo que a la denunciante le gustaba montar fiestas. La llegó a acusar incluso de haberse intentado suicidar, negando tajantemente que él la hubiera agredido o empujado por la ventana. Pero ninguna credibilidad han dado los magistrados al testimonio del acusado, al que además de la pena de guandoca obligan a indemnizar a la víctima con 29.000 euros.
No hubo agresión sensual
La Fiscalía y el abogado de la víctima, Ignacio Rada Ramiro, pedían que se condenara también a Zakaria Hamidi por una agresión sensual en grado de tentativa. Pero como recuerda la Sección Primera en su sentencia, si bien la denunciante habló de un intento de violación cuando compareció ante la Policía y el juez instructor, esta se desdijo después en el juicio. De ahí que el tribunal haya decidido absolver al acusado de este delito.
Durante el interrogatorio, la víctima explicó que la violenta reacción del joven cuando le pidió que se marchara del piso con sus amigos la dejó en shock. La mujer aclaró que al arrancarle el vestido y dejarla desnuda durante el forcejeo *–como la encontraron después sus rescatadores sobre un tejadillo del patio interior, al que cayó desde una altura de ocho metros–, pensó que el acusado pretendía abusar de ella. Pero superado el trauma, se dio cuenta de que no había sido forzada.
De lo que no cabe duda, según el tribunal, es de que al empujar a la víctima por la ventana –donde se hallaron sus huellas– el encausado era plenamente consciente de que podía acabar con la vida de la mujer. Y aún así, terminó arrojándola al vacío.
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