Interesante tema.
Esto ha sido como una guerra espiritual. Plutón y Saturno en Capricornio, es que vaya dos planetas en menudo signo, menudo pedazo momento histórico hemos vivido. Ya lo decía Estrellero que a España no la iba a conocer ni la madre que la parió.
Años y años con el tema del sida y el cáncer, y no hay banderillas para paliar dichas enfermedades, y en un año, sacan banderillas rápidamente de un bichito que ha salido a comienzos de ese mismo año. Y la gente lo ve normal y ha ido en masa a vacunarse. Luego hay una locura con la calidad de los alimentos, que si comer esto porque es más sano que lo otro o no comprar productos cosméticos de tal marca porque no son bio ecofriendly pero han ido en masa a meterse esa banderilla dentro de sus cuerpos. El experimento social ha sido un éxito: encierran a la gente en su casa con una pedazo de organización a nivel mundial en la que intervienen gobiernos con sus respectivas policías y ejércitos, periodistas, y demás afines, y consiguen colocar la idea de meterse una banderilla que es la señal identificativa que dice "he caído y me lo he creído". Una banderilla que no se para que sirve cuando los que la llevan siguen llevando mascarilla en una amplia mayoría de casos. ¿Por qué se vacunan? Porque psicológicamente han sido ya "tocados".
La banderilla y la mascarilla son objetos identificadores del que ha pasado por el aro y se lo ha creído todo. Esta gente ha dado permiso, sin saberlo, a ser identificados para ser "sacrificables".
En esta guerra espiritual y psicológica, orquestada por "los mismos" de siempre, parece que el objetivo es cargarse a mucha gente, aunque incluso no diría físicamente, sino también mentalmente, y añado: espiritualmente. Los organizadores tienen creencias esotéricas ocultistas, satanistas, y necesitan saber quiénes están dispuestos a ser sumisos, el método identificativo de la banderilla y la mascarilla, y lo que opinan mentalmente del bichito (defensores de la nueva religión el bichito) ya demuestra quiénes son los partidarios de esto que estamos viviendo.
Es como cuando vas a votar, introduces un papel en una urna dándole poder y consentimiento a un partido político y un gobernante para que contigo hagan lo que quieran. Les has votado, algo que se puede volver contra ti, cuando una ley de ese partido te afecte pero bien, no te quejes: tú les has votado, les has dado permiso.
Con la neo religión el bichito pasa igual: te lo has creído, te has medicado, te pones una mascarilla cuando ya no es obligatoria, les has dado permiso para que su plan te afecte y se vuelva contra ti. No te quejes, les has dado tú mismo ese permiso. Todos los que están de acuerdo con todo esto están dando permiso a un ente/egregor energético de carácter mortífero siniestro para que actúe contra el que está de acuerdo, que para eso se lo cree.
De las secuelas físicas de la banderilla ya se van viendo cosas, los trombos han sido algo característico, pero ¿Y el psicológico? Hay gente felicísima de haberse puesto el pinchazo, y los que lo han exigido, y peor: los que se lo han obligado a poner a sus propios hijos. Están felices de haber sucumbido, pero no lo saben, se piensan que están inmunizados, y lo que han hecho ha sido darle permiso a ese ente siniestro, un Satán, para que se lleve por delante las vidas de estas personas, con secuelas en la salud física o la mental, algo que se ve bastante.
La persona que no ha pasado por el aro y va por libre, es atacada de ser "tan libre" encima les insultan llamándoles terroristas negacionistas.
Esa ha sido la guerra espiritual, y ha caído una tremendísima cantidad de gente. Nos han puesto a prueba, Plutón y Saturno en Capricornio en la conjunción de la destruccion de año pasado que iba a marcar un momento histórico.
Las secuelas todavía no las estamos viendo en su amplitud, cuando llegue Plutón en Acuario será el momento. Aquí se ha creado una brecha para ver quiénes pueden ir al futuro y quiénes no, porque Plutón en Acuario es una transformación muy bestia de carácter evolutivo. Muchos se van a quedar atrás, no tienen por qué morir físicamente, sino mental y espiritualmente, en sentido literal, unos muertos en vida.
Lo peor que le puede pasar a un humano es que se carguen su espíritu, su alma, que simbólicamente es la "corona" (palabra clave) que sale del corazón: centro de todo.
La esa época en el 2020 de la que yo le hablo oficialmente fue declarada un 11 de marzo, una fecha que les encanta, 11 del 3.
3:11 del Apocalipsis
Ver archivo adjunto 767283
"Para que ninguno tome tu corona": tu alma, tu espíritu.
¿Por qué se le ha llamado cobi19?. ¿Es un bichito en el alma?.
Dios y el Innombrable (o el Bien y el Mal, como los queráis llamar), han estado dándose de palos en un mundo que no vemos, esa guerra espiritual, porque uno (el malo y sus afines) se iban adelantando a quitarle las "coronas" (almas) a la humanidad, pero el Bueno te está diciendo "ten paciencia, retén lo que tienes que yo vengo presto": no sucumbas a los que han tomado carrerilla. Os lo llevo diciendo mucho tiempo en varios artículos del blog: hay una guerra por ahí fuera, el precio somos nosotros.
Lo que ha pasado con los seres humanos es que bajo esta "esa época en el 2020 de la que yo le hablo" han dejado que les quiten el alma, venta del alma completamente. Los que me dan pena son los que son "ignorantes" en el sentido de que sin gente sencilla que confía en los gobiernos, abuelos, gente mayor, los niños especialmente los que más los pobres son inocentes, gente que se lo ha creído todo porque se creen todo lo que sale por la tele, dentro de estos grupos hay buenas personas. Pero esos que van de dictadores del bichito y sus nuevas normalidades, los que están deseando que les pase algo al que no pasa por el aro, el chivato de balcón, el que obliga a someterse a una banderilla al empleado de su empresa, los que obligan a vacunarse a los niños, los que ven al "libre" como un apestado, el que ha aprovechado está pantomima para sacar afuera el dictador perversos que lleva dentro...estos son los que han sucumbido estrepitosamente, y son los que no tiene solución: han vendido su alma. Para mí son los peores.
Aunque en un hipotético caso les hayan pinchado un suero efecto placebo sin secuelas en la salud, vendido como una banderilla con nombre raro, ya espiritualmente se han dejado identificar yendo al centro de vacunación, obteniendo ese certificado que indica que han pasado por el aro, rituales de su nueva religión como el termómetro en la cabeza a modo de disparo de pistola, el gel hidroalcohólico, usar la expresión "estoy confinado", saludar con el codo, no dejarse besar por sus seres queridos...ya le están diciendo al mundo que han sucumbido y vendido su alma en esta guerra espiritual.
No sabría decir ahora qué secuelas son peores para los inoculados, si las del cuerpo o las del alma.