Devaluar tiene efectos buenos y efectos malos. El bueno es que exportas más. El malo es la inflación y que, si dependes de importaciones (como es el caso de España con el petróleo o Alemania con el petróleo y los alimentos), estas se te encarecen mucho. Alemania consiguió el bálsamo de fierabrás con el euro: hizo un mejunje de monedas que suponía, de facto una devaluación de la suya (junto con una notable apreciación de las monedas de los otros, fundamentalmente, de los países mediterráneos). Pero esta devaluación era soportable, pues, al mismo tiempo, suponía una apreciación de las monedas de los países del sur. Esto permitió a Alemania hacerse con los mercados de los PIGS, que los perdían merced a una moneda sobreevaluada para ellos (y así se hundieron la Seat, La Fiat y otras; y, en menor medida, Citroën, Peugeot y Renault: los franceses siempre han sabido perder las guerras pero estar entre los ganadores en las negociaciones de la paz). Alemania no sólo se hizo con los mercados de los PIGS, que cayeron al encarecerse notablemente sus productos, sino que conquistó los mismísimos mercados internos de los estupefactos países mediterráneos, cuyos precios, a pesar de sus menores salarios, no eran ya nada competitivos. Llenaron estos de crédito barato, que provocó una oleada de liquidez bestial con su consecuente inflación que se camufló mediante ingeniería contable del IPC y mediante la salida del cómputo de este de la vivienda, donde se concentró gran parte de la inflación causada (que al no computar en el IPC consiguió que se ocultara a la población la salvaje subida de la inflación y que esta no se trasladara a los sueldos). Alemania consiguió una devaluación de su moneda sorteando los efectos negativos de esta. Lo pagamos nosotros. Cuidado con reprobar al alemán de la calle por esto: no es él el que se ha beneficiado de esto. Alemania ya venía con experiencia en estos tejemanejes a resultas de la unificación con la RDA.
Yo creo que salir del euro es muy peligroso, pues Dios sabe qué efectos produciría. Pero quedarse no hace sino aumentar el déficit exterior. También creo que habría que pedir rsponsabilidades a quienes nos metieron de manera acrítica en él. No es de recibo que todo el debate sobre la entrada se redujera a unos ridículos dibujos animados de plastilina donde la familia García nos explicaba como si fuéramos disminuidos psíquicos que los precios no iban a subir. Bueno, a lo mejor la familia García si tenía algo de razón: a la larga, los PIGS hemos demostrado ser disminuidos psíquicos.
Señores: así son las guerras ahora en occidente, y hemos perdido. Ahora toca pagar las reparaciones de guerra o ser aniquilados. La única defensa, es la que utiliza jovenlandia con nosotros: o Alemania nos paga por comernos los nuevos bárbaros que traspasan la frontera sur del nuevo Sacro Imperio, o abrimos la espita y los reconducimos hacia la metrópoli germana. Nos sale más barato fletar autobuses a Baden-Wurtemberg que dar paguitas. Y sálvese quien pueda. Al fin y al cabo, los germanos aún nos deben las destrucción de un imperio: el romano.