El sistema de las CC.AA. está reventando el país y Sánchez las quiere explotar a ellas.
En este país no hay orden, ley, ni jerarquía. Cada cual hace lo que le da la gana. Es la ley del más fuerte, la ley de la taifa.
Sánchez solo quiere mantenerse en el poder y su asesor, el maquiavélico Iván Redondo, le está haciendo un trabajo exquisito.
Sus enemigos políticos están viéndose arrastrados en la propia paranoia que han creado y Sánchez solo les deja ir, con el fluir de su historia de terror.
Ahora los que se están cociendo en el propio caos que han creado son las autono-mías y de nadie más. ¿Querían ocuparse ellas?
Pues adelante. Los indepes del País Vasco y Cataluña a apechugar con sus intocables competencias, y las comunidades pepero-voxemitas están demostrando que son más nazis que los totalitarios psoe-podemitas.
El sistema de comunidades autónomas es muy querido por los españoles, ese el problema.
Hace años la cadena de supermercados Mercadona, de origen valenciano, comenzó a abrir establecimientos en Galicia. La empresa se topó con un problema: las balanzas utilizadas para pesar carne, pescado, fruta, hortalizas, etc no se podían utilizar en Galicia. El problema era, sobre el papel, de naturaleza administrativa: la homologación de esas balanzas había sido hecha en la comunidad autónoma de Valencia y no era válida en comunidad autónoma de Galicia. Mercadona debía, por tanto, homologar esas balanzas en Galicia.
Una de las pocas medidas inteligentes tomadas por el gobierno de Aznar fue acabar con esta tontería.
Lo relevante es que el problema en realidad no es, en realidad, de naturaleza administrativa. Lo que la taifa gallega perseguía con este ardid administrativo era generar demanda de trabajo para empresas de la región e ingresos para la administración autonómica. No hay que descartar, además, la existencia de la habitual corruptela consistente en sugerir amablemente al empleado de Mercadona responsable de lidiar con este marrón que acudiese a tal o cual empresa acreditada para esta tarea por la administración gallega que "Trabaja muy rápido y bien".
La taifa gallega, al igual que otras taifas, es el soporte de cientos, incluso miles, de microtaifas que erigen artificialmente barreras de entrada a los mercados, que generan clientelas y que dan de comer a mucha gente.
Sin salir de Galicia, al calor de la Corporación Radio y Televisión de Galicia (CRTVG;
año 2020, presupuesto de 111,2 millones de EUR de los que 7,2 provienen de publicidad), se ha construido un "audiovisual galego" que hasta tiene su versión de los premios Goya, llamados
Premios Mestre Mateo.
Las comunidades autónomas, la gallega y todas, son eso. Y los ciudadanos de éstas, tan contentos de vivir en semejante mediocridad que son cuatro duros para hoy y hambre para mañana. Por eso a principios de los años 80 hubo que servir "café para todos".
Con semejante paisanaje uno se explica por qué en 1975 la
renta per capita de España estaba a la par de la Corea del Sur e Irlanda y actualmente ambos países nos superan ampliamente.