Mi consejo es que hables con un notario amigo, y que le expliques la situación para que el luego exponga los pormenores de todo lo que implica repartir una herencia sin testar a los susodichos. Muchas veces la figura del notario puede tener el "peso y honorabilidad" necesaria, además de los conocimientos jurídicos, fiscales y prácticos de los procesos de las herencias para que logre convencer a gente mayor de seguir los procesos adecuados.
Otra opción creíble para los mayores es un eclesiástico, pero estos puede que los convenzan de otras cosas además de hacer correctamente el proceso.
Como dice el compañero, que además de no perder dinero sencillamente, la familia subsista al proceso. Y no es un problema de que se lleven bien o mal, es la distinta valoración que hará cada uno de los bienes por subjetividad hará que rijan porque sentirán que el otro los quiere timar.
Suerte amigo.
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