Napoleón, el amigo de Catalunya

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El catalanismo usó la oleada turística francesa para reforzar la demanda de un Estado.


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Napoleón Bonaparte no pisó nunca Catalunya. Pero como la guerra del Francés (1808-1814) no aparece en la película de Ridley Scott, no sabemos si el director lo habría hecho pasear por Barcelona. Durante buena parte del siglo XX, sin embargo, el nacionalismo catalán, separatismo incluido, se sintió atraído por el militar. Usó la anexión del país al imperio francés entre 1812 y 1814, con un gobierno propio que utilizaba la lengua catalana, como espejismo de un Estado catalán.

En paralelo al nacimiento del catalanismo político, Àngel Guimerà incluyó al emperador en su discurso en la asamblea de la Unió Catalanista de Manresa, en marzo de 1892. En el marco de la elaboración de las Bases per a la Constitució Regional Catalana, el dramaturgo aseguró que Catalunya lo había hecho todo para conservar su independencia. “Que lo diga el gigante de nuestro siglo, este Napoleón que dejó aleteando en la agonía sus águilas, antes invencibles, sobre las llanuras y montañas de nuestras regiones”.

Veinte años después, el catalanismo republicano encuadrado en el diario El Poble Català describió en junio de 1909 a Antonio Maura como “el nuevo Napoleón”. El presidente del consejo de ministros de España trazaba un plan para enviar hombres a la guerra de jovenlandia. Pasada la Setmana Tràgica –la revuelta popular contra la movilización de reservistas en el norte de África–, el periodista republicano Màrius Aguilar escribió en La Campana de Gràcia que el dirigente lligaire , “como Napoleón, después de la huida de la isla de Elba, querría empezar el reinado de los cien días, sin pensar en Waterloo. Pero Cambó no se llama Napoleón sino con el vulgar nombre de Francesc y unas cuantas docenas de tenderos son una mala guardia imperial para ganar batallas”.


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La anexión al imperio francés entre 1812 y 1814, con un gobierno propio que usaba el catalán, se ve como un Estado

A finales de agosto de 1914, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, en La Campana de Gràcia, Napoleón contemplaba el inicio de la contienda desde el cielo a lado del canciller alemán, Otto von Bismarck, y del mariscal Helmuth von Moltke. Y al empezar septiembre, el semanario humorístico Papitu también lo dibuja en portada diciendo que parecía que fuera ayer.

Pero el catalanismo usó a Napoleón, sobre todo, para remarcar que durante la oleada turística del territorio catalán había establecido un gobierno de Catalunya y utilizado el catalán como idioma oficial. Durante la campaña para reclamar un Estatuto de Autonomía, a finales de noviembre de 1918, el diario regionalista La Veu de Catalunya aseguraba que “ Napoleón constituyó Catalunya en Estado, aunque por poco tiempo”. Dos años después, el magazine de inspiración europea D’Ací i d’ Allà explicó que el Diari de Barcelona –con el añadido i del Govern de Catalunya– se convirtió en el órgano de este y que se publicaba en dos columnas, en francés y catalán.

En mayo de 1921, la publicación literaria La Revista dedicó un especial al centenario de la fin de Napoleón. En él, Antoni Rovira i Virgili sostuvo que el uso del catalán en los panfletos y las comunicaciones de los franceses no era una estratagema sino una actitud franca. Según este, era conocida la afición del emperador “especialmente con la lengua y la literatura de Catalunya”. El historiador lamentaba que en la guerra del Francés los catalanes “no fueran sino españoles”.

Rovira y Virgili dice que era conocida la afición del emperador “a la lengua y la literatura de Catalunya”

También entonces, el escritor Josep Massó Ventós publicó un reportaje de diez páginas sobre Bonaparte en D’Ací i d’Allà. Incluso la revista infantil En Patufet explicó la creación de un gobierno particular en Catalunya “completamente independiente del resto de España y con directas relaciones con Napoleón” y la organización de la Catalunya francesa.

Detrás de este interés por el emperador estaba el Comité del Centenario de su fin, de la que era secretario en el Estado Frederic Camp, abogado e historiador, estudioso del militar. La popularidad fue tanta que en octubre de 1921 el semanario satírico L’Esquella de la Torratxa caricaturizó la tumba de Napoleón como la de un nacionalista catalán.

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Durante los años veinte, se profundizó en el discurso de un Napoleón amigo de Catalunya. Joan Montalt, en el influyente semanario satírico El Borinot, aseguró –pero no en tono de broma–, en agosto de 1925, que de acuerdo con la biblioteca de Napoleón, una de las obras preferidas de este, además de las crónicas de Bernat Desclot y Ramon Muntaner, era la del rey Jaume I, “en cuyos ejemplares puso varias notas marginales de su puño y letra”. Montalt aseguraba que con ellas había aprendido a leer “perfectamente el catalán, cosa paradójica, cuando precisamente el catalán se encontraba en plena decadencia”.

Joan Montalt asegura que Napoleón tenía en un lugar preferente la crónica de Jaume I con notas de su puño y letra”

Aquel diciembre, Rovira i Virgili insistió en la Revista de Catalunya, que dirigía, que los catalanes habían “dejado perder” la oportunidad que habían significado la guerra del Rosellón (1793-1795) y las guerras napoleónicas. Rovira consideraba que la falta de conciencia nacional no había permitido aprovechar “la actuación beneficiosa de la burocracia napoleónica” ni la simpatía de Napoleón, y por eso Catalunya “quedó fiel a España”.

El momento, sin embargo, en que Napoleón tomó más vuelo fue en marzo de 1928 con el estreno en Barcelona de la película de Abel Gance. La Campana de Gràcia publicó un par de caricaturas. Mientras que L’Esquella de la Torratxa criticó al cineasta francés por la glorificación que hacía del militar, La Veu de Catalunya exaltaba la técnica y aseguraba que era “la película más espectacular que se conoce”.

Proclamada la Segunda República, el periódico Nosaltres Sols! , en junio de 1931, recuperó el discurso de Guimerà con motivo de una conmemoración de las Bases de Manresa e insistió en que Napoleón había reconocido el “caso de Catalunya”. Eso, según el separatismo, significaba que Catalunya era un Estado independiente y que “en horas de sumisión espiritual y material, se ha rebelado —inconscientemente si se quiere— contra toda tiranía que intentaba ahogarla”.

Cuando se estudia una nueva división comarcal catalana en 1933, se menciona al emperador y los departamentos que creó

Durante los años treinta, el escritor Carles Rahola y Frederic Camp publicaron varios artículos en La Publicitat para sacar del olvido a los hombres que habían formado parte del gobierno de la Catalunya napoleónica. En el marco de los estudios para la división comarcal de Catalunya, el corso volvió a aparecer. En mayo de 1933, el periodista Lluís Aymamí, en La Rambla, explicó la creación de los departamentos napoleónicos del Ter, Montserrat, Boques de l’ Ebre y Segre, y la anexión de Val d'Aran al departamento francés del Alto Garona.


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Fue sobre todo a partir de entonces que el catalanismo utilizó el nombre del militar para escarnecer a líderes políticos del bando contrario, asimilándolos a su vertiente despótica. La Campana de Gràcia vistió a Cambó de Bonaparte ante las pirámides de Egipto. El Be Negre , en octubre de 1932, dijo que el lligaire era un “émulo”.

Por el contrario, el periódico Defensa dels Interessos de Catalunya, DIC, se rio de Francesc Macià diciendo que Napoleón era “un pigmeo” a lado de nuestro héroe de los fets de Prats de Molló.

Carlos Sentís, en 1978, admite que Catalunya “se habría podido ir al otro lado por las facilidades ofrecidas por el corso”

El catalanismo, en tono más despectivo, asimiló a Adolf Hitler, Engelbert Dollfuss y Benito Mussolini con Napoleón desde La Campana de Gràcia en 1933. Y el director de La Veu de Catalunya, Joaquim Pellicena, dijo en marzo de 1934 que el francés era “el último de los grandes capitanes y conquistadores de la historia, pero también el primero de los dictadores modernos”. Tampoco en los dos siguientes años se escaparon de la comparación algunos dirigentes españoles como el presidente de la República, Manuel Azaña, desde el DIC. Para el diario de ERC La Humanitat, el dirigente de la CEDA José María Gil-Robles era un Napoleón de “vía estrecha”.

A finales de agosto de 1936, en una de las últimas referencias a Bonaparte del catalanismo, L’Esquella de la Torratxa asimiló la gesta de los españoles contra Napoleón con la que se hacía para frenar a los alzados contra la República.

Durante el largo silencio franquista, la prensa catalanista del exilio no mostró interés por el emperador. Cuando se recuperó la democracia, el entonces dirigente de la UCD Carlos Sentís giró el argumento del separatismo de los años treinta. Preguntado por el Avui en marzo de 1978 por cómo definiría España en las coordenadas históricas de entonces, el periodista expresó que Catalunya había demostrado su vocación hispánica en el movimiento popular contra Napoleón “cuando precisamente se habría podido balancear al otro lado dadas las facilidades ofrecidas por el gran corso”. Era, precisamente, lo que tanto había lamentado Rovira i Virgili que no se hubiera hecho.

Las motivaciones de los catalanes del siglo XIX, la semilla de modernización, los estragos en la población de seis años de ocupación, la represión francesa, el rechazo frontal a los ejércitos napoleónicos... sin embargo, al catalanismo y sus objetivos políticos le importaban poco. Al fin y al cabo, el nacionalismo –como ha expresado Ridley Scott de la película que estrena hoy en los cines– “¡no puede ser una lección de historia!”.


Napoleón, el amigo de Catalunya
 
Has descubierto la pólvora, enhorabuena.
Napoleón era amigo de todos los enemigos y traidores de España, los afrancesados les decían a los me gusta la fruta vende patrias.
La historia de España está plagada de vende patrias traidores y cobardes, menos mal que siempre pierden y huyen como lo que son, ratas.
 
Los Cagalanes cuando vieron invadido su "espacio" de productos franceses huyeron pronto a reclamar la pertenencia a España, pero lógicamente los Franceses capturaron de presa a Perpignan y aledaños.
 
Lo raro es que Napoleón se anexionara Cataluña e hiciera del catalán lengua oficial cuando según el catecismo español, Cataluña la inventó "er Puchol" en 1980.

Por cierto, en la Cataluña napoleónica estaba incluida Fraga, Mequinenza y otros pueblos catalanoparlantes de Aragón, es decir, que el bajito corso conocía mejor los límites lingüísticos del catalán que los propios españoles... meparto:
 
Lo raro es que Napoleón se anexionara Cataluña e hiciera del catalán lengua oficial cuando según el catecismo español, Cataluña la inventó "er Puchol" en 1980.

Por cierto, en la Cataluña napoleónica estaba incluida Fraga, Mequinenza y otros pueblos catalanoparlantes de Aragón, es decir, que el bajito corso conocía mejor los límites lingüísticos del catalán que los propios españoles... meparto:

históricamente la frontera catalana y aragonesa estaba en el río Cinca, no la puso por saber dónde se hablaba o no catalán. No recuerdo en qué momento la franja pasó al lado aragonés pero fue durante el siglo XIX o XX
 
históricamente la frontera catalana y aragonesa estaba en el río Cinca, no la puso por saber dónde se hablaba o no catalán. No recuerdo en qué momento la franja pasó al lado aragonés pero fue durante el siglo XIX o XX

No, no... nonono:

La baronía de Fraga lleva siendo aragonesa desde finales del siglo XIV-principios del siglo XV.
 
Lo raro es que Napoleón se anexionara Cataluña e hiciera del catalán lengua oficial cuando según el catecismo español, Cataluña la inventó "er Puchol" en 1980.

Por cierto, en la Cataluña napoleónica estaba incluida Fraga, Mequinenza y otros pueblos catalanoparlantes de Aragón, es decir, que el bajito corso conocía mejor los límites lingüísticos del catalán que los propios españoles... meparto:

Conocía tan bien los límites lingüísticos que por eso también estaba incluido el Departamento de los Pirineos Orientales.
 
Es de justicia decir que la oposición a Napoleón en Cataluña fue como en el resto de España, feroz. En esa época los catalanes se sintieron ferozmente españoles, lo mismo durante la carlistada y las guerras de Africa. De hecho sería de las regiones mas nacionalistas de España.

Lo raro es que Napoleón se anexionara Cataluña e hiciera del catalán lengua oficial cuando según el catecismo español, Cataluña la inventó "er Puchol" en 1980.

Por cierto, en la Cataluña napoleónica estaba incluida Fraga, Mequinenza y otros pueblos catalanoparlantes de Aragón, es decir, que el bajito corso conocía mejor los límites lingüísticos del catalán que los propios españoles... meparto:

No tiene que ver con el supuesto particularismo catalán, tomó regiones que le convenía geográficamente.

Sin consultar con su hermano, el rey de España José I Bonaparte, el emperador de los franceses Napoleón promulgó un decreto el 8 de febrero de 1810 por el que ponía bajo su jurisdicción directa las «provincias» españolas a la izquierda del río Ebro lindantes con Francia ―Cataluña, Aragón, Navarra y Vizcaya (que incluía también Guipúzcoa y Álava)― y que por ello a partir de entonces estarían regidas por comandantes militares franceses y sus impuestos y contribuciones irían directamente «a la Caja del Ejército ocupante». En una carta anterior Napoleón ya había manifestado a su mayor general para el ejército de España, Berthier, su malestar por los enormes gastos que le estaba causando la guerra. Pocos días antes de firmar el decreto Napoleón había incorporado al reino de Holanda al Imperio.

Que la oposición al ogro fue enorme es algo de lo que dan cuenta hasta los historiadores nacionalistas, eso a pesar de que como dices, se esforzó en patrocinar el catalán y su identidad como forma de ruptura con España. Causando la reacción opuesta.
 
Napoleón lo que quería era anexionar Cataluña a Francia con el máximo apoyo de su población, por eso declaró el catalán lengua oficial... pero se trataba de una medida demagógica y engañosa porque en el Rosellón (Catalunya Nord) no hizo lo mismo, ni él ni ningún gobierno francés en 380 años.

El nacionalismo catalán surge de repente a raíz de la alianza militar de Francia y Rusia en 1892, a partir de ese año los franceses ya sabían que entrarían en guerra con Alemania y también sabían que a su espalda tenían una potencia germanófila y anti-francesa y tenían que asegurarse nuestra neutralidad, o nuestra debilidad en caso de que la neutralidad no fuera posible...y para debilitar a España usaron los métodos de Richelieu en 1640...fomentar el separatismo catalán.

Prat de la Riba casi con toda seguridad era un agente francés, al igual que el malo terrorista y agitador Ferrer Guardia, que con la "semana trágica" de 1909 llevó a cabo un ensayo de paralización del ejército español y su sistema de reclutamiento en Cataluña para ponerlo en práctica en caso de que España hubiera entrado en la guerra a favor de la Triple Alianza , seguramente planeado todo ello por el Deuxieme Bureau.....una operación encubierta en toda regla siguiendo el sistema pérfido-gabacho de disfrazar a sus agentes como "luchadores por la libertad" contra "tiranías retrógradas" para conseguir apoyos locales (los simples útiles que se creen los cuentos de la propaganda anglo-gabacha).

Desde el necionalismo catalán llevan 130 años siendo los simples útiles de París que son los mismos que les quitaron el Rosellón y han reprimido y reprimen todo lo que huela a catalán en ese territorio ....y a pesar de eso como el necionalista catalan medio suele ser masoquista, siguen admirando a los gabachos roto2... y como la cosa no tiene visos de cambiar les esperan como mínimo otros 130 años de tontería útil roto2meparto:
 
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Napoleón lo que quería era anexionar Cataluña a Francia con el máximo apoyo de su población, por eso declaró el catalán lengua oficial... pero se trataba de una medida demagógica y engañosa porque en el Rosellón (Catalunya Nord) no hizo lo mismo, ni él ni ningún gobierno francés en 380 años.

El nacionalismo catalán surge de repente a raíz de la alianza militar de Francia y Rusia en 1892, a partir de ese año los franceses ya sabían que entrarían en guerra con Alemania y también sabían que a su espalda tenían una potencia germanófila y anti-francesa y tenían que asegurarse nuestra neutralidad, o nuestra debilidad en caso de que la neutralidad no fuera posible...y para debilitar a España usaron los métodos de Richelieu en 1640...fomentar el separatismo catalán.

Prat de la Riba casi con toda seguridad era un agente francés, al igual que el malo terrorista y agitador Ferrer Guardia, que con la "semana trágica" de 1909 llevó a cabo un ensayo de paralización del ejército español y su sistema de reclutamiento en Cataluña para ponerlo en práctica en caso de que España hubiera entrado en la guerra a favor de la Triple Alianza , seguramente planeado todo ello por el Deuxieme Bureau.....una operación encubierta en toda regla siguiendo el sistema pérfido-gabacho de disfrazar a sus agentes como "luchadores por la libertad" contra "tiranías retrógradas" para conseguir apoyos locales (los simples útiles que se creen los cuentos de la propaganda anglo-gabacha).

Desde el necionalismo catalán llevan 130 años siendo los simples útiles de París que son los mismos que les quitaron el Rosellón y han reprimido y reprimen todo lo que huela a catalán en ese territorio ....y a pesar de eso como el necionalista catalan medio suele ser masoquista, siguen admirando a los gabachos roto2... y como la cosa no tiene visos de cambiar les esperan como mínimo otros 130 años de tontería útil roto2meparto:

¿por qué no hicieron lo mismo en Navarra o Vascongadas?
 
Que la oposición al ogro fue enorme es algo de lo que dan cuenta hasta los historiadores nacionalistas, eso a pesar de que como dices, se esforzó en patrocinar el catalán y su identidad como forma de ruptura con España. Causando la reacción opuesta.

Tampoco ayudó que los franceses empezaran a preñar pubillas con o sin su consentimiento
 
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