Víctimas, desigualdad, injusticias, privilegios, prejuicios... La lista es larga y por ello una fuente inagotable para ciertas ideologías que pretenden sobre el papel un humano perfecto en una sociedad perfecta pero saben de sobra que la propia naturaleza humana será un obstáculo insuperable y con ello, el sostén infinito de toda su ideología.
Ellos mismos privilegian a sus hijos, prejuzgan su relación con personas pobres y sin un futuro a la altura que esperan para sus hijos. Practican la desigualdad de facto cuando envían a sus hijos a los mejores colegios y con ello rubrican la desigualdad. Son "humanistas" pero no iluso, o dicho de otro modo, tiran la piedra y esconden la mano en la confianza "mediática" de que las víctimas de sus propias preferencias personales le disputen a sus enemigos el poder que añoran...