"11.«En verdad, en verdad te digo: nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero vosotros no aceptáis nuestro testimonio. 12.Si al deciros cosas de la tierra, no creéis, ¿cómo vais a creer si os digo cosas del cielo? 13.Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. 14.Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre,
15.para que todo el que crea tenga por él vida eterna. 16.Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
17.Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."*
18.El que creee en él, no es juzgado; pero el que no cree, ya está juzgado, porque no ha creído en el Nombre del Hijo único de Dios.
19.Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
20.Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras.
21.Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.»"*
"36.El que cree en el Hijo tiene vida eterna; el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la cólera de Dios permanece sobre él.»"*
Juan, 3*- Bíblia Católica Online
"Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo.
20.Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis.
21.Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere.
22.Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo,
23.para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado.
24.En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
25.En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. 26.Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo,
27.y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre.
28.No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz
29.y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio.
30.Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
31.«Si yo diera testimonio de mí mismo, mi testimonio no sería válido. 32.Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que es válido el testimonio que da de mí. 33.Vosotros mandasteis enviados donde Juan, y él dio testimonio de la verdad.
34.No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.
35.El era la lámpara que arde y alumbra y vosotros quisisteis recrearos una hora con su luz.
36.Pero yo tengo un testimonio mayor que el de Juan; porque las obras que el Padre me ha encomendado llevar a cabo, las mismas obras que realizo, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
37.Y el Padre, que me ha enviado, es el que ha dado testimonio de mí. Vosotros no habéis oído nunca su voz, ni habéis visto nunca su rostro, 38.ni habita su palabra en vosotros, porque no creéis al que El ha enviado.
39.«Vosotros investigáis las escrituras, ya que creéis tener en ellas vida eterna; ellas son las que dan testimonio de mí;
40.y vosotros no queréis venir a mí para tener vida.
41.La gloria no la recibo de los hombres.
42.Pero yo os conozco: no tenéis en vosotros el amor de Dios.
43.Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése le recibiréis.
44.¿Cómo podéis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros, y no buscáis la gloria que viene del único Dios?
45.No penséis que os voy a acusar yo delante del Padre. Vuestro acusador es Moisés, en quién habéis puesto vuestra esperanza.
46.Porque, si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque él escribió de mí.
47.Pero si no creéis en sus escritos, cómo vais a creer en mis palabras?»"*
Juan, 5*- Bíblia Católica Online
Romanos 1: 22-23 dice*“pues habiendo conocido a Dios no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias sino que se envanecieron en sus razonamientos y se les oscureció su insensato corazón; pretendiendo ser sabios se hicieron necios”.