La noticia no habla del padre. Se ve que dejó a su mujer por petulante y nadie le debería culpar por eso.
La progenitora es la típica mujer que ha crecido en un entorno sobreprotegido y cree que el mundo real es un país de piruleta y un sin techo es incapaz de cualquier mal. Ahora ella y sus hijas han aprendido cómo es el mundo real después de que un neցro les diera su pastilla roja, igual que en Matrix, sólo que por el shishi en vez de por la boca.