En la carrera de actor de la legua el mayor obstáculo son los colegas. Y el peor son los divos con amigos en el poder. En política es igual. Llega un momento es que uno destaca y aparece junto a un divo, si no se le embelesa con autohumillaciones y alabanzas tras chuparle la cámara uno puede darse por dolido. En gran parte pòr eso los actores son tan rematadamente malos en este país, gente como Paco Rabal o Fernando Fernán Gómez que disfrutaban con buenos actores dándoles la contra hay muy pocos, hoy hay mucha estrella de postín que si bien son buenos actores, se ponen muy nerviosos frente a la competencia y no dudan en sacar brillo cualquier trastero para arruinar la carrera de sus potenciales competidores. Recuerdo Juntino, un asesino de la tercera edad, los protagonistas, gente muy entrañable y buena, dan la talla perfectamente en cualquier papel, pero eligieron el camino de la sombra desde jóvenes para no pasar hambre.