Pues eso. Allá por el 2014 en mis tiempos de estudiante universitario me enrolé en una asignatura optativa de marketing. En un principio no me interesaba mucho pero como curraba por aquel entonces era de las pocas asignaturas que encajaban con mi horario, además que después de tirarme la carrera haciendo econometría, estadística y algebra lineal, quería relajarme con un poco de pinta y colorea.
Recuerdo que en el curso había gente de carreras no relacionadas con el marketing (ingenieros, economistas, finanzas, etc), ya que era una asignatura optativa para otras carreras, y creo que todos estábamos más o menos por lo mismo, una asignatura chorra-fácil para relajarte un poco durante el último semestre de la carrera.
Tenía el típico profesor vende-humos marketero que encima era alopécico. El tio tenía mucha labia y se vendía bien, pero todos teníamos calado su vende-humismo. El tema es que el cabrón un día hablando de las nuevas tecnologías dijo que en el futuro lo que lo petaría no sería el formato de app basado en fotos como Instagram, sino que lo suyo serían los micro-videos. Pensad que en aquella época eso ni existía y lo que lo petaba era Instagram. Comentaba que si alguien se quería subir al carro y forrarse que empezara a plantear una app así. Naturalmente nosotros no le hicimos ni puñetero caso y pensamos que era otra más de su filosofía vende-humista. Dos años después los chinos lanzaron Tik Tok.
Ahora mismo si alguno de aquella clase hubiese valorado lo que dijo estaría subido en el dolar en lugar de estar con salarios cuenco-arrocistas picando teclas en Accenture. Ahora que lo recuerdo el tio era un tipo inteligente que planteaba teorías interesantes, aunque por aquel entonces al tener esa imagen suya pues no le escuchábamos mucho. Por lo que vi el otro día en Linkedin goza de puestazo premium en multinacional.
Da que pensar, creo que a veces prejuzgamos tanto a las personas por lo que estudian o trabajan y dejamos de lado consejos y comentarios inteligentes. Aquel día si alguien hubiese escuchado algo quizás hoy sería otra persona. Quien sabe.
Recuerdo que en el curso había gente de carreras no relacionadas con el marketing (ingenieros, economistas, finanzas, etc), ya que era una asignatura optativa para otras carreras, y creo que todos estábamos más o menos por lo mismo, una asignatura chorra-fácil para relajarte un poco durante el último semestre de la carrera.
Tenía el típico profesor vende-humos marketero que encima era alopécico. El tio tenía mucha labia y se vendía bien, pero todos teníamos calado su vende-humismo. El tema es que el cabrón un día hablando de las nuevas tecnologías dijo que en el futuro lo que lo petaría no sería el formato de app basado en fotos como Instagram, sino que lo suyo serían los micro-videos. Pensad que en aquella época eso ni existía y lo que lo petaba era Instagram. Comentaba que si alguien se quería subir al carro y forrarse que empezara a plantear una app así. Naturalmente nosotros no le hicimos ni puñetero caso y pensamos que era otra más de su filosofía vende-humista. Dos años después los chinos lanzaron Tik Tok.
Ahora mismo si alguno de aquella clase hubiese valorado lo que dijo estaría subido en el dolar en lugar de estar con salarios cuenco-arrocistas picando teclas en Accenture. Ahora que lo recuerdo el tio era un tipo inteligente que planteaba teorías interesantes, aunque por aquel entonces al tener esa imagen suya pues no le escuchábamos mucho. Por lo que vi el otro día en Linkedin goza de puestazo premium en multinacional.
Da que pensar, creo que a veces prejuzgamos tanto a las personas por lo que estudian o trabajan y dejamos de lado consejos y comentarios inteligentes. Aquel día si alguien hubiese escuchado algo quizás hoy sería otra persona. Quien sabe.
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