Pues a veces también me imagino qué haría el Señor en los Infiernos. Primero, creo que abriría el Cielo a los Santos Patriarcas, los Profetas. A Adán, y a Eva.
De lo que pudiera hacer en el verdadero infierno, pues no me atrevo. Ya lo sabré en algún momento, espero.
Creo que es muy difícil hacer una película. En realidad lo que queremos es adelantarnos a saber estas cosas. Pero me parece imposible abordarlo en el cine. Y tampoco literariamente. Ni siquiera por el mejor artista, ni por el más sabio, ni por el más devoto.
Salvo La Pasión no hay ninguna película religiosa que me haya dicho nada. En cambio, al leer la Biblia se encuentran las observaciones más inteligentes, y las más emocionantes. Mejor sistemáticamente, pero incluso abriendo cualquier página al azar.
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Ya sé que no tiene cabida aquí. Pero hablando de secuelas, hace años que me pregunto por qué, a estas alturas, más aún, con la infiltración eclesiástica de la masonería desde el XIX, lo que estamos viendo en las últimas décadas, a ningún autor católico, de la lengua que sea, se le ha ocurrido una de la Divina Comedia. Sería larguísima y con varios tomos, al menos los dedicados a los círculos del infierno.
A Dante no le importaba meter a personajes históricos cercanos en el tiempo. Ahora habría que tener mucho valor. Sobre todo para incluir a los purpurados. No para atacar a la Iglesia, sino para defenderla de los lobos que llevan más de un siglo devorando desde dentro, sobre todo últimamente.
Y todo ello siendo un poeta.
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De lo que pudiera hacer en el verdadero infierno, pues no me atrevo. Ya lo sabré en algún momento, espero.
Creo que es muy difícil hacer una película. En realidad lo que queremos es adelantarnos a saber estas cosas. Pero me parece imposible abordarlo en el cine. Y tampoco literariamente. Ni siquiera por el mejor artista, ni por el más sabio, ni por el más devoto.
Salvo La Pasión no hay ninguna película religiosa que me haya dicho nada. En cambio, al leer la Biblia se encuentran las observaciones más inteligentes, y las más emocionantes. Mejor sistemáticamente, pero incluso abriendo cualquier página al azar.
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Ya sé que no tiene cabida aquí. Pero hablando de secuelas, hace años que me pregunto por qué, a estas alturas, más aún, con la infiltración eclesiástica de la masonería desde el XIX, lo que estamos viendo en las últimas décadas, a ningún autor católico, de la lengua que sea, se le ha ocurrido una de la Divina Comedia. Sería larguísima y con varios tomos, al menos los dedicados a los círculos del infierno.
A Dante no le importaba meter a personajes históricos cercanos en el tiempo. Ahora habría que tener mucho valor. Sobre todo para incluir a los purpurados. No para atacar a la Iglesia, sino para defenderla de los lobos que llevan más de un siglo devorando desde dentro, sobre todo últimamente.
Y todo ello siendo un poeta.
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