Aforismos sobre la sabiduría de la vida", A. Schopenhauer
«Como regla suprema de toda sabiduría de la vida considero el principio enunciado por Aristóteles en la Ética a Nicómaco:
“El hombre prudente no aspira al placer sino a la ausencia de dolor”.
Su verdad se basa en que todo placer es de naturaleza negativa
Cuando todo el cuerpo está sano y en buen estado, con excepción de una pequeña herida o un punto doloroso, aquella salud del conjunto no aparece ya en la conciencia sino que la atención se dirige constantemente al dolor de la parte lesionada y desaparece la sensación vital de bienestar.
[…] Por consiguiente, quien quiera obtener el resultado de su vida desde el punto de vista de la felicidad tendrá que hacer la cuenta, no según las alegrías que ha disfrutado, sino según los males a los que se ha sustraído.
la vida no existe realmente para ser disfrutada sino para superarla, para despacharla. […] En consecuencia, tiene la más feliz fortuna aquel que pasa su vida sin excesivos dolores espirituales ni corporales, y no aquel a quien le caen en suerte las más vivas alegrías o los mayores placeres.
[…] Pues los placeres son y siguen siendo negativos: la idea de que hacen feliz es una ilusión que alberga la envidia para su propio castigo.
En cambio, los dolores son positivamente sentidos: de ahí que su ausencia sea la medida de la felicidad en la vida. Si a un estado indoloro se añade además la ausencia de aburrimiento, se alcanza en esencia la felicidad terrenal: pues lo demás son quimeras. […]
" El necio persigue los placeres de la vida y se ve defraudado: el sabio evita los males».