Tras la rueda de prensa se ve que la medida andaluza no tiene nada que ver con la salud, sino para agradar a los amabozales que se sienten ofendidos y atacados por los insolidarios e irresponsables que ven por la calle con la boca al aire.
Vamos, que como es normal, no se pueden meter en el ámbito privado, por lo que el ámbito privado solo son recomendaciones y que casualidad, que todos esos rebrotes se han producido en el ámbito privado y no por contagios al aire libre al cruzarse con alguien que no lleva mascarilla.
Decía el Bendodo que la probabilidad de que entre dos personas sin mascarilla con uno de ellos contagiado era del 70%, si uno llevaba mascarilla bajaba al 15% y si la llevaban los dos al 1.5%.
Pero se le olvidó decir cual era la probabilidad que tiene uno de contagiar cuando está en una plaza en un banco sentado solo leyendo un libro, la de un hombre paseando por un parque, la de una pareja paseando por una calle solitaria y ya puestos, la de contagiar a otro cuando se cruzan por la calle (cuya distancia interpersonal, sin hablar y ni tan siquiera, mirarse a la cara, no baja de un metro).
Y por supuesto, tenemos un consejero de salud que es un amabozales, como ya dejó claro cuando explicó que el cubreboca no protege cuando lo llevas en el codo o en la barbilla. Pues claro, como tampoco protege el casco de una moto cuando lo llevas en el brazo, pero si no vas en la moto, ¿que sentido tiene llevarlo puesto?.