Muchos criticáis a Rajoy por su inacción, pero en mi opinión lo está haciendo genial. Algunos no entendéis esto porque no conocéis el juego de estrategia por excelencia: el ajedrez.
En el ajedrez, cuando un jugador tiene una pequeña ventaja sobre su contrincante, como por ejemplo ganar una pieza, a veces es preferible no tomarla en ese momento y en cambio aprovechar esa posición desventajosa del contrario para complicarle aún más la partida. Hay que recordar que el objetivo del ajedrez no es ganar una pieza sino dar jaque mate.
Así, por ejemplo, habría sido un error que el Gobierno hubiese actuado contra la Generalidad a raíz de la aprobación de la ley del referéndum. Eso nos hubiese gustado a todos: ver al “president” y a los “consellers” detenidos junto a la Forcadell y Trapero; las asociaciones indepes prohibidas, aplicar el 155 e incluso el 116, la autonomía suspendida, convocatoria de elecciones, etc. Pero esto es simplemente comerse una pieza, el buen jugador debe esperar, posicionarse, maniobrar para que empeore la situación del adversario y asegurarse así que cuando se produzca el momento del ataque final este acabe en jaque mate.
Por eso Rajoy espera y mientras tanto, todos los implicados en el “process” se van hundiendo en la cosa más y más. Cuando la justicia actúe desparecerán del panorama político para siempre, inhabilitados o en el trullo y la CUP y sus asociaciones, prohibidas (bueno, esto no estoy muy seguro de que ocurra. Ojalá!).
Además, de propina, Rajoy (y España en general) obtiene un beneficio inesperado: Podemos se pone de parte del independentismo. Absurda decisión que afortunadamente va a ser el inicio del fin de Podemos. Creo que esto hará por fin que los bienintencionados votantes de Podemos reflexionen y caigan en la cuenta que no vamos a ninguna parte con ese tipo de partidos asamblearios, que son manipulación, ignorancia e incompetencia y que, aunque no sean perfectos, los partidos “normales” son la única opción sensata para que haya estabilidad. Por tanto, cuantos más días pase Pablo diciendo idioteces, mejor.