Fabiola García, una usuaria más en la Cocina Económica de Santiago
La conselleira de Política Social visitó esta entidad social a la que la Xunta destinó esta legislatura más de 860.000 euros
Fideos con almejas, revuelto, ensalada mixta, merluza rebozada... Un menú completo para un comedor que habitualmente atiende a entre 150 y 160 personas y acumula más de 120 años de historia. La conselleira de Política Social, Fabiola García, visitó la Cocina Económica y degustó el menú como una usuaria más con el resto de comensales de esta institución, a la que la Xunta destinó esta legislatura más de 860.000 euros. En concreto, y como la mayoría de los comensales, la responsable de Política Social se decantó por los fideos con almejas y la merluza con ensalada.
Al frente de la Cocina, sor Alicia, quien recuerda que la crisis ya empieza a notarse entre los usuarios de este comedor social, «les cuesta más encontrar trabajo y a veces los que encuentran son abusivos», recuerda. En este centro las personas con dificultades económicas vienen a comer pero también a hablar. «Necesitan tanto alimento como desahogo, yo nunca les pregunto, solo les digo qué tal están y cuando ves qué situaciones les ha han llevado a esta vida pienso que somos muy ligeros juzgando», explica esta religiosa.
Afortunadamente en la actualidad las necesidades de esta institución están cubiertas, en gran medida por la aportación de particulares y empresas privadas. Y es que, recuerda sor Alicia, hay cadenas alimentarias, como Mercadona, que todos los días llevan alimentos a esta cocina, y otras, como Gadis y Eroski, que lo hacen periódicamente «y con productos de calidad».
Hay comensales habituales desde hace años, que son ya casi parte de la familia, y otros que van y vienen en función de sus circunstancias personales. En estas fechas la demanda ha caído un poco porque el tiempo frío hace que los usuarios agoten el máximo de días que pueden pasar en el albergue y se desplacen a los de otras ciudades. Fabiola García hizo referencia precisamente a la importancia de ofrecer a las personas sin hogar un alojamiento más estable que estos albergues temporales. Y se refirió al plan de atención a personas sin hogar, que incluye unidades residenciales como por ejemplo la que acaba de inaugurarse en Padre Rubinos, en A Coruña.
La conselleira de Política Social visitó esta entidad social a la que la Xunta destinó esta legislatura más de 860.000 euros
Fideos con almejas, revuelto, ensalada mixta, merluza rebozada... Un menú completo para un comedor que habitualmente atiende a entre 150 y 160 personas y acumula más de 120 años de historia. La conselleira de Política Social, Fabiola García, visitó la Cocina Económica y degustó el menú como una usuaria más con el resto de comensales de esta institución, a la que la Xunta destinó esta legislatura más de 860.000 euros. En concreto, y como la mayoría de los comensales, la responsable de Política Social se decantó por los fideos con almejas y la merluza con ensalada.
Al frente de la Cocina, sor Alicia, quien recuerda que la crisis ya empieza a notarse entre los usuarios de este comedor social, «les cuesta más encontrar trabajo y a veces los que encuentran son abusivos», recuerda. En este centro las personas con dificultades económicas vienen a comer pero también a hablar. «Necesitan tanto alimento como desahogo, yo nunca les pregunto, solo les digo qué tal están y cuando ves qué situaciones les ha han llevado a esta vida pienso que somos muy ligeros juzgando», explica esta religiosa.
Afortunadamente en la actualidad las necesidades de esta institución están cubiertas, en gran medida por la aportación de particulares y empresas privadas. Y es que, recuerda sor Alicia, hay cadenas alimentarias, como Mercadona, que todos los días llevan alimentos a esta cocina, y otras, como Gadis y Eroski, que lo hacen periódicamente «y con productos de calidad».
Hay comensales habituales desde hace años, que son ya casi parte de la familia, y otros que van y vienen en función de sus circunstancias personales. En estas fechas la demanda ha caído un poco porque el tiempo frío hace que los usuarios agoten el máximo de días que pueden pasar en el albergue y se desplacen a los de otras ciudades. Fabiola García hizo referencia precisamente a la importancia de ofrecer a las personas sin hogar un alojamiento más estable que estos albergues temporales. Y se refirió al plan de atención a personas sin hogar, que incluye unidades residenciales como por ejemplo la que acaba de inaugurarse en Padre Rubinos, en A Coruña.