valencia. La avalancha de madrileños a la Comunitat se ha incrementado en las últimas horas. Muchos de ellos han decidido trasladarse hasta la costa valenciana, a pasar unos días de vacaciones o a trabajar desde su segunda residencia en municipios como Gandia, Dénia o Cullera.
Este notable incremento de visitantes y la necesidad de tener disponibles al personal sanitario, ha llevado a ayuntamientos de Benidorm, Cullera, Gandia, Alboraya, El Puig, La Pobla de Farnals, Puçol, Massamagrell y Meliana, a tomar una medida drástica: el cierre de sus playas.
En el caso de Cullera, el alcalde, Jordi Mayor, llamó a la responsabilidad y apuntó la necesidad de tomar «medidas valientes». De este modo, la bandera roja ondeará en las playas. La Policía Local rogó ayer a través de un altavoz del coche que las personas llegadas de otras comunidades autonómas permanezcan en sus viviendas durante 15 días.
Una cajera de un supermercado de Dénia no entiende «cómo son capaces de venir con lo que está cayendo»
Desde el Consistorio explicaron que han notado un incremento en la presencia de personas llegadas de otras comunidades, «algo que nos parece una irresponsabilidad, ya que se ha pedido que no se hagan desplazamientos innecesarios«, señalaron. Asimismo, el Ayuntamiento ha pedido a la población que, en la medida de lo posible, se quede en sus casas. Y ha ampliado del 1 de mayo al 1 de julio el periodo de pago voluntario de las tasas de basura y de sillas, mesas y toldos en la vía pública.
En la jornada del jueves el Ayuntamiento tomó varias medidas. Se aprobó el cierre de la Casa de la Cultura (incluyendo la biblioteca de adultos, la biblioteca infantil, la hemeroteca y el archivo), todas las instalaciones deportivas incluida la piscina municipal y el skatepark; los parques y jardines, los museos municipales y mantener únicamente abiertos al público las oficinas municipales, Servicios Sociales y la Policía Local. Lógicamente, la oficina de información turística también cierra.
Y es que en las últimas horas se ha detectado un incremento de población de otras comunidades españolas e incluso de otros países. Como ejemplo, la zona de caravanas está más llena de lo habitual en esta época del año
También se prohibió la celebración del mercado ambulante de los jueves hasta nueva orden y recordaron que la eficacia de estas medidas necesita de la corresponsabilidad de toda la ciudadanía.
Desafiar las alertas
En la comarca de la Safor, los turistas que se alojan estos días en la playa de Gandia han desafiado todas las alertas y se han echado a la calle para ver el entorno marítimo de la capital de la Safor. Durante la jornada de ayer, muchos de ellos hicieron la ruta habitual para conocer el puerto de Gandia.
Los paseos se daban por las calles peatonales del Grau, como La Verge. Allí los comerciantes reconocieron que hay más visitantes que hace unos días. «Ha venido mucha gente de Madrid, que conocemos de otras veces», dijo una vendedora de lotería. En esta misma calle, los bazares están vendiendo más de lo habitual. «Me he quedado sin gel alcohólico», dijo Valeria Couco, la responsable de una tienda de La Verge. «Los turistas, casi todos madrileños, compran todos los productos relacionados con la protección. También buscan mucho papel higiénico», apostilló.
Los itinerarios que se siguen en Gandia llevan también al puerto. Durante la mañana de ayer, muchas parejas pasearon cerca de las embarcaciones, viendo como los pescadores reparaban sus redes o mejoraban sus naves. El entorno de la Lonja es siempre un atractivo y ayer siguió siéndolo para decenas de turistas.
En las puertas de San Nicolás, un templo levantado en 1962, ayer no faltaron los grupos de turistas. La peculiaridad de la construcción, con un claustro, jardines y una talla de la Virgen mirando al mar, hace que sea un polo de atracción de visitantes.
Goteo constante en la Marina
«Hoy ha sido un goteo constante de personas de Madrid, se les reconoce por la forma de hablar y cuando preguntas no fallas. No entiendo cómo son capaces de venir con todo lo que está cayendo». La cajera de uno de los supermercados situado en la zona de Las Marinas, en Dénia. A lo largo de la mañana de ayer, las colas formadas por clientes se repetían de forma constante, la mayoría llevaban los carritos de la compra abarrotados de comida y productos de aseo personal. «Ha habido gente que ha venido ya un par de veces esta semana para hacer la compra». En otra supermercado, situada en el centro de la capital de la Marina Alta, comentaba una de las trabajadoras que le había costado entrar al local comercial «porque la gente abarrotaba la entrada, era igual que en las películas de catástrofes».
En cuanto a los productos más demandados, los geles desinfectantes siguen estando en lo alto de la clasificación. De hecho, a media mañana de ayer no quedaba stock en los supermercados. Escaseaba también el papel higiénico, «no entiendo que manía le ha cogido a la gente», cuestionaba la cajera. En algunas tiendas también estaban cerradas las secciones de verdura, congelados y carne.
Además de los supermercados, el miedo por el cobi19 también se notaba en el centro urbano de la capital de la Marina Alta. En el Mercat Municipal el ambiente estaba «desangelado», reconocían tanto los vendedores como los vecinos habituales. De hecho las instalaciones tenían menos presencia de compradores. También se notaba en los exteriores, donde los viernes se celebra el mercadillo. «Hay menos gente que de costumbre, hoy habrá menos venta», comentaba una mujer que regenta un puesto de comida preparada. Aseguraba, además, haber notado «más presencia de gente de Madrid. Es normal ver madrileños en estas fechas, vienen a ver las Fallas, pero ahora y como está la situación, creo que es una locura».
Dos de ellos, María Pilar y su esposo, hicieron una gran compra en uno de los supermercados de Las Marinas. Según apuntaron, «tenemos un apartamento aquí y hemos estado de vacaciones, pero nos vamos a Madrid. Tenemos un poco de miedo y queremos estar cerca de nuestros hijos».