tucco
Madmaxista
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http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/las-ultimas-palabras-de-einstein-12303/
Albert Einstein es, sin ninguna duda, el físico más importante del siglo XX, y uno de los más importantes de la Historia.
A él le debemos la Teoría de la Relatividad, que entre otras cosas hizo posible, para bien y para mal, el aprovechamiento por parte del Hombre de la energía nuclear.Aunque no es verdad la creencia popular de que Einstein tuvo de niño problemas de aprendizaje, lo cierto es que no fue un alumno especialmente brillante durante sus estudios universitarios. De hecho, al acabar su carrera, y ante la imposibilidad de conseguir un puesto de profesor, comenzó a trabajar como un simple y oscuro oficinista en la Oficina de Patentes de Berna. Pero allí, aprovechando la gran cantidad de tiempo libre de la que gozaba, comenzó a desarrollar sus teorías y en 1905, con solo 26 años de edad, publicó cuatro artículos extraordinarios sobre distintos fenómenos físicos, que le granjearían una fama casi inmediata. Uno de esos artículos, sobre el efecto fotoeléctrico, le haría acreedor, años más tarde, al Premio Nobel.A lo largo de los diez años siguientes, Einstein desarrolló su Teoría General de la Relatividad. La teoría e
ra tan avanzada, se salía tanto de lo común, que tuvo recurrir a herramientas matemáticas por aquel entonces desconocidas entre los físicos, y a la práctica totalidad de sus colegas lse costó muchísimo entender al principio aquellos trabajos fundamentales de Einstein.Las últimas décadas de su vida, Einstein las pasó persiguiendo una Teoría del Campo Unificado que le permitiera aunar la gravedad y el electromagnetismo en un solo marco conceptual, pero fracasó en el intento.Murió en el Hospital de Princeton en 1955, a los 76 años de edad. En el momento de su fin, solo se encontraba en la habitación una enfermera, y solo ella tuvo la oportunidad de escuchar las últimas palabras de Einstein, la última frase que pronunció justo antes de morir.Pero el problema es... que Einstein dijo aquella última frase de su vida en alemán, su idioma materno, y la enfermera no hablaba más que inglés, con lo cual nos hemos quedado todos sin saber qué fue lo que Einstein dijo antes de expirar. Por muchas vueltas que le demos, nos resultará imposible resolver nunca el enigma.A lo mejor era una frase intrascendente. Pero hubiera estado bien saber qué fue lo que dijo en su lecho de fin aquel genio de la Física, tan admirado por tantos motivos. A mí, por lo menos, me pica la curiosidad.Como también me pica la curiosidad por conocer otras palabras: las intercambiadas en la serie de reuniones que Rajoy ha mantenido en las últimas semanas con distintos líderes socialistas, de Felipe González a Rubalcaba, pasando por José Luis Rodríguez Zapatero.Yo no sé qué habrá hablado Rajoy en dichas reuniones con esos grandes benefactores del país. Pero, a diferencia de las últimas palabras de Einstein, en este caso sí que podemos tratar de deducir qué se habló, a partir de la serie de acontecimientos que se han producido después de esas secretas reuniones.Sabemos, por ejemplo, que PP y PSOE han decidido escenificar un acuerdo público, con foto de Rajoy y Rubalcaba incluida, sobre la posición de España en el Consejo Europeo, para ver si los señoritos de Bruselas aflojan la mosca, nos siguen dando limosna y permite a la casta política seguir dilapidando el dinero.Sabemos que se ha producido un acuerdo judicial que se ha traducido en la renovación de cuatro puestos en el Tribunal Constitucional y que la elección de nuevo presidente de dicho órgano se ha realizado por unanimidad de los magistrados conservadores y progresistas.Sabemos que se han producido una serie de cambios en TVE que apuntan a un nuevo acuerdo entre los dos partidos para el control de la línea editorial.Sabemos que se ha producido un alineamiento de PP y PSOE con la Casa Real en el tema Urdangarín.No hace falta ser muy avispado para darse cuenta de que estamos asistiendo a un cierre de filas en el actual régimen político, a la Constitución de un gobierno de concentración en la sombra entre PP y PSOE, quizá como preludio de un verdadero gobierno de concentración que se constituiría en caso de que las cosas se pusieran aún peor de lo que están.Si fuera bien pensado, diría que a lo mejor es que los dos partidos mayoritarios le han visto las orejas al lobo, han recapacitado y han decidido trabajar conjuntamente por el bien de los españoles.Pero no soy bien pensado. O al menos no lo soy después de haberme sentido engañado tantas veces, así que me temo que los acuerdos, en caso de haberlos, a lo único a lo que irán destinados es a tratar de defender, dentro y fuera de España, los intereses de la casta. Por tanto, les sugiero a ustedes que se agarren la cartera, porque seguro que salimos palmando los mismos de siempre.Sin embargo, siempre me gusta encontrar el toque de optimismo en las cosas. Y en este caso también veo motivos para la esperanza. Concretamente, si PP y PSOE ven las cosas tan mal como para empezar a escenificar unanimidades y dejar de lado la tradicional comedia de poli bueno/poli malo dirigida a sus respectivos electores, quiere decir que cada vez hay más probabilidades de que el chiringuito se venga abajo y de que se produzca, por fin, una regeneración política en España.Aunque también pudiera suceder, claro está, que nos pasáramos décadas persiguiendo la regeneración deseada - como Einstein su Teoría del Campo Unificado -, para al final no llegar a ninguna parte.
Albert Einstein es, sin ninguna duda, el físico más importante del siglo XX, y uno de los más importantes de la Historia.
A él le debemos la Teoría de la Relatividad, que entre otras cosas hizo posible, para bien y para mal, el aprovechamiento por parte del Hombre de la energía nuclear.Aunque no es verdad la creencia popular de que Einstein tuvo de niño problemas de aprendizaje, lo cierto es que no fue un alumno especialmente brillante durante sus estudios universitarios. De hecho, al acabar su carrera, y ante la imposibilidad de conseguir un puesto de profesor, comenzó a trabajar como un simple y oscuro oficinista en la Oficina de Patentes de Berna. Pero allí, aprovechando la gran cantidad de tiempo libre de la que gozaba, comenzó a desarrollar sus teorías y en 1905, con solo 26 años de edad, publicó cuatro artículos extraordinarios sobre distintos fenómenos físicos, que le granjearían una fama casi inmediata. Uno de esos artículos, sobre el efecto fotoeléctrico, le haría acreedor, años más tarde, al Premio Nobel.A lo largo de los diez años siguientes, Einstein desarrolló su Teoría General de la Relatividad. La teoría e
ra tan avanzada, se salía tanto de lo común, que tuvo recurrir a herramientas matemáticas por aquel entonces desconocidas entre los físicos, y a la práctica totalidad de sus colegas lse costó muchísimo entender al principio aquellos trabajos fundamentales de Einstein.Las últimas décadas de su vida, Einstein las pasó persiguiendo una Teoría del Campo Unificado que le permitiera aunar la gravedad y el electromagnetismo en un solo marco conceptual, pero fracasó en el intento.Murió en el Hospital de Princeton en 1955, a los 76 años de edad. En el momento de su fin, solo se encontraba en la habitación una enfermera, y solo ella tuvo la oportunidad de escuchar las últimas palabras de Einstein, la última frase que pronunció justo antes de morir.Pero el problema es... que Einstein dijo aquella última frase de su vida en alemán, su idioma materno, y la enfermera no hablaba más que inglés, con lo cual nos hemos quedado todos sin saber qué fue lo que Einstein dijo antes de expirar. Por muchas vueltas que le demos, nos resultará imposible resolver nunca el enigma.A lo mejor era una frase intrascendente. Pero hubiera estado bien saber qué fue lo que dijo en su lecho de fin aquel genio de la Física, tan admirado por tantos motivos. A mí, por lo menos, me pica la curiosidad.Como también me pica la curiosidad por conocer otras palabras: las intercambiadas en la serie de reuniones que Rajoy ha mantenido en las últimas semanas con distintos líderes socialistas, de Felipe González a Rubalcaba, pasando por José Luis Rodríguez Zapatero.Yo no sé qué habrá hablado Rajoy en dichas reuniones con esos grandes benefactores del país. Pero, a diferencia de las últimas palabras de Einstein, en este caso sí que podemos tratar de deducir qué se habló, a partir de la serie de acontecimientos que se han producido después de esas secretas reuniones.Sabemos, por ejemplo, que PP y PSOE han decidido escenificar un acuerdo público, con foto de Rajoy y Rubalcaba incluida, sobre la posición de España en el Consejo Europeo, para ver si los señoritos de Bruselas aflojan la mosca, nos siguen dando limosna y permite a la casta política seguir dilapidando el dinero.Sabemos que se ha producido un acuerdo judicial que se ha traducido en la renovación de cuatro puestos en el Tribunal Constitucional y que la elección de nuevo presidente de dicho órgano se ha realizado por unanimidad de los magistrados conservadores y progresistas.Sabemos que se han producido una serie de cambios en TVE que apuntan a un nuevo acuerdo entre los dos partidos para el control de la línea editorial.Sabemos que se ha producido un alineamiento de PP y PSOE con la Casa Real en el tema Urdangarín.No hace falta ser muy avispado para darse cuenta de que estamos asistiendo a un cierre de filas en el actual régimen político, a la Constitución de un gobierno de concentración en la sombra entre PP y PSOE, quizá como preludio de un verdadero gobierno de concentración que se constituiría en caso de que las cosas se pusieran aún peor de lo que están.Si fuera bien pensado, diría que a lo mejor es que los dos partidos mayoritarios le han visto las orejas al lobo, han recapacitado y han decidido trabajar conjuntamente por el bien de los españoles.Pero no soy bien pensado. O al menos no lo soy después de haberme sentido engañado tantas veces, así que me temo que los acuerdos, en caso de haberlos, a lo único a lo que irán destinados es a tratar de defender, dentro y fuera de España, los intereses de la casta. Por tanto, les sugiero a ustedes que se agarren la cartera, porque seguro que salimos palmando los mismos de siempre.Sin embargo, siempre me gusta encontrar el toque de optimismo en las cosas. Y en este caso también veo motivos para la esperanza. Concretamente, si PP y PSOE ven las cosas tan mal como para empezar a escenificar unanimidades y dejar de lado la tradicional comedia de poli bueno/poli malo dirigida a sus respectivos electores, quiere decir que cada vez hay más probabilidades de que el chiringuito se venga abajo y de que se produzca, por fin, una regeneración política en España.Aunque también pudiera suceder, claro está, que nos pasáramos décadas persiguiendo la regeneración deseada - como Einstein su Teoría del Campo Unificado -, para al final no llegar a ninguna parte.
