Lugar más raro donde hayas hecho ocre?

En una discoteca de la Calle Laurel de Logroño donde no había papel ni WC con agua a las 2 de la mañana de un viernes, me limpié con los calzoncillos, salí sin que me viera nadie, me bebí el medio cubata de Jb que me quedaba y salí huyendo de allí.
Hubo algo de cacaaceite?
 
Con 19 años cagué dentro del coche en plena autopista de resaca, el área de servicio estaba lejos, la siguiente salida ídem y los retortijones eran insoportables, iba solo, así que simplemente abrí el tercer ojo y dejé que la cosa fluyese.

El coche era mío, pero obviamente si mi padre se enteraba me iba a comer una leche y de postre posiblemente mi propia cosa.

Llamé a un amigo para ir a su casa, ducharme, cambiarme y en su coche ir al desguace a comprar otro asiento, cambiamos el asiento y el que estaba lleno de cosa lo tiré por un terraplén al medio del monte.

Afortunadamente hay muchos corsitas en los desguaces.

10 años después sigue sacando el puñetero tema cada vez que nos juntamos.

Siempre llevo bolsas en el coche, para cualquier problema. Por supuesto tengo también en cuenta el que me pueda dar un apretón.
Menuda frutada tener que cambiar el asiento.
 
Del soltar no tengo anécdotas, es raro que no te puedas aguantar a no ser que estés enfermo. En un viaje por Italia de chaval tuve una diarrea brutal pero sorprendentemente me encontraba lo suficientemente bien para hacer turismo, iba escopeteando baños públicos y no públicos pero ningún percance. Con el tema de que apenas comía, y que el vuelo me había costado como 30€, recuerdo haberme gastado poquísimo. Eso sí volví bastante delgado.

Del miccionar tengo alguna anécdota más, gracias a los efectos diuréticos de la cerveza.
 
Con 19 años cagué dentro del coche en plena autopista de resaca, el área de servicio estaba lejos, la siguiente salida ídem y los retortijones eran insoportables, iba solo, así que simplemente abrí el tercer ojo y dejé que la cosa fluyese.

El coche era mío, pero obviamente si mi padre se enteraba me iba a comer una leche y de postre posiblemente mi propia cosa.

Llamé a un amigo para ir a su casa, ducharme, cambiarme y en su coche ir al desguace a comprar otro asiento, cambiamos el asiento y el que estaba lleno de cosa lo tiré por un terraplén al medio del monte.

Afortunadamente hay muchos corsitas en los desguaces.

10 años después sigue sacando el puñetero tema cada vez que nos juntamos.

Eso me da más ardor de estomago que todas las coprohistorias.

Guarro!
 
Me extrañan los cuentos señores, la auténtica salud ante un buen apretón es sacar los calcetines y usarlos para apretar los bajos de lis pantalones y evitar que la cosa se escape del recinto.

Siempre quise saber si puedo molestar aún mas a los iluso de lo que ya los molesto. Fervoroso adorador y gran maestro del Credo del Meteorito Purificador. Hasta los narices del falso buenismo patrio. Sensei toca pelotas.
 
Tras una tapia en los Toros de Guisando, pero cagada ordenada, quicir, con limpieza de ojal con clennex, hace años, cuando era de acceso libre. Por cierto, rodeado de vacas y llenos de consiguientes cagajones. Ahora es mas dolido, han levantao una cerca y cobran por entrar.
 
La peor de todas sin duda fue cuando yo y un compañero estabamos en el recreo y haciendo el simple por los pasillos descubrimos que una de las clases estaba abierta.

Una vez dentro nuestras miradas delataron nuestras intenciones, habia que hacer algo. Se supone que nadie nos habia visto por los pasillos, estabamos fuera de toda posible imputación.
Sin decirnos nada cogimos una mochila cada uno y nos fuimos a los baños con ellas.
a
Al principio no teniamos muy claro que hacer cuando llegaramos, quizás esconderlas y salir huyendo. Pero una vez dentro, en cuanto vimos los retretes y nos embriagó el hedor a pis supimos lo que teniamos que hacer. Zurullo en respectivas mochilas
 
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