Markkus
Madmaxista
Abascal es un político de casta, esto es, un tipo mediocre que se ha dedicado a vivir del erario público. Sin ir muy lejos en sus últimos tiempos estuvo recibiendo subvenciones de Aguirre. Y ya sabemos que Aguirre y compañía son mafia.
Abascal tampoco es un líder en el sentido de ser capaz de arengar efusivamente masas transmitiéndolas un estado de ánimo colectivo que empuja literalmente a seguirle hasta la muerte. Ni siquiera es un buen orador o intelectual dotado de poderosas ideas renovadoras. Abascal es un tipo que proviene del ala ultra del PP y que cuando vió que el chiringuito en Euskadi le condenaba al ostracismo político fue lo suficientemente listo para montarse su propio partido. Ha sido un diletante en el sentido de ir dando bandazos hasta que encuentra una beta que explotar.
Su partido, VOX, vemos que no deja de ser un partido destinado a robar votos al ala dura del PP, oséase vejestorios franquistas, retrógrados en lo social y liberales en lo ecónomico. Al ser residual por explotar un nicho de votantes ridículo ha tenido que meter un barniz de populismo de derechas que resulta inocuo. Porque para hacer "España grande otra vez" habría que atentar contra los intereses de la U.E y los propios EE.UU. Y esto VOX no lo van a hacer en la medida que provienen de entornos económicos acomodaticios que se encuentran cómodos en el poder.
Puede tener éxito en la medida que el PP se desintegre, cosa que aunque a día de hoy es factible no es nada fácil que suceda. Por lo demás un partido con clara esencia franquista y de derecha dura en España no va a llegar jamás al poder. La prueba está en como Aznar blanqueó su imagen en aras de ganarle a Felipe. Y eso en los 90, venir en 2018 con discursos carpetovetónicos no augura ningún potencial.
Por lo demás las esperanzas que suscita entre muchos retrasaditos son de la misma índole que las que despertó Rivera hace 2 años. Luego ya hemos ido viendo cómo se ha adaptado a las redes de poder (Bildelberg) y marcos del eje discursivo (feminismo) para acometer con un programa claramente pro-oligarquía.
Vox sería cooptado de la misma forma pues lejos de ser rupturista aspira a una reforma en clave centralista, oséase sin tocar lo esencial: la economía y la política exterior.
Los virgeinadas y estos "ilusionaos" son los simples útiles, los felipistas o aznaristas que creían que estaban todos a una en un proyecto por España pero que tiempo después acaban desengañados por narices. Son los pobres idiotas que la partitocracia emplea para el trabajo sucio (pegar carteles, redes, mítines etc.) aprovechándose de su ignorancia política.
En conclusión: VOX no es ninguna esperanza rupturista. No hay más que ver sus spots con bandera rojigualda hasta en la sopa alentando el sentimentalismo patriota ezpañó de ir contra Cataluña pero no decir ni media sobre el IBEX.
Espabilad tontitos que os engañan como a pilinguis.
PD: Al final el argumento de todos se simplifica en los siguiente:
¿A quién votar?
Vox es el peor partido.
Etc. etc.
El caso es seguir manteniendo esperanzas electoralistas sin cuestionar el marco hegemónico.
Abascal tampoco es un líder en el sentido de ser capaz de arengar efusivamente masas transmitiéndolas un estado de ánimo colectivo que empuja literalmente a seguirle hasta la muerte. Ni siquiera es un buen orador o intelectual dotado de poderosas ideas renovadoras. Abascal es un tipo que proviene del ala ultra del PP y que cuando vió que el chiringuito en Euskadi le condenaba al ostracismo político fue lo suficientemente listo para montarse su propio partido. Ha sido un diletante en el sentido de ir dando bandazos hasta que encuentra una beta que explotar.
Su partido, VOX, vemos que no deja de ser un partido destinado a robar votos al ala dura del PP, oséase vejestorios franquistas, retrógrados en lo social y liberales en lo ecónomico. Al ser residual por explotar un nicho de votantes ridículo ha tenido que meter un barniz de populismo de derechas que resulta inocuo. Porque para hacer "España grande otra vez" habría que atentar contra los intereses de la U.E y los propios EE.UU. Y esto VOX no lo van a hacer en la medida que provienen de entornos económicos acomodaticios que se encuentran cómodos en el poder.
Puede tener éxito en la medida que el PP se desintegre, cosa que aunque a día de hoy es factible no es nada fácil que suceda. Por lo demás un partido con clara esencia franquista y de derecha dura en España no va a llegar jamás al poder. La prueba está en como Aznar blanqueó su imagen en aras de ganarle a Felipe. Y eso en los 90, venir en 2018 con discursos carpetovetónicos no augura ningún potencial.
Por lo demás las esperanzas que suscita entre muchos retrasaditos son de la misma índole que las que despertó Rivera hace 2 años. Luego ya hemos ido viendo cómo se ha adaptado a las redes de poder (Bildelberg) y marcos del eje discursivo (feminismo) para acometer con un programa claramente pro-oligarquía.
Vox sería cooptado de la misma forma pues lejos de ser rupturista aspira a una reforma en clave centralista, oséase sin tocar lo esencial: la economía y la política exterior.
Los virgeinadas y estos "ilusionaos" son los simples útiles, los felipistas o aznaristas que creían que estaban todos a una en un proyecto por España pero que tiempo después acaban desengañados por narices. Son los pobres idiotas que la partitocracia emplea para el trabajo sucio (pegar carteles, redes, mítines etc.) aprovechándose de su ignorancia política.
En conclusión: VOX no es ninguna esperanza rupturista. No hay más que ver sus spots con bandera rojigualda hasta en la sopa alentando el sentimentalismo patriota ezpañó de ir contra Cataluña pero no decir ni media sobre el IBEX.
Espabilad tontitos que os engañan como a pilinguis.
PD: Al final el argumento de todos se simplifica en los siguiente:
¿A quién votar?
Vox es el peor partido.
Etc. etc.
El caso es seguir manteniendo esperanzas electoralistas sin cuestionar el marco hegemónico.