HOLAQUETAL
Madmaxista
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El lobo dice que las ovejas estan perfectamente guardadas, que no hace falta protejerlas, que nadie se lleve al engaño.
A clientes, a farloperos, a whiskeros... de tó.¿No les veis un cierto aire a clientes?
Saludos.
Mas razon que un santo,Nunca en la vida conocí a tanto empresario mafioso, garrulo, pepero y cliente todo junto, de esos que fardan de su colosal esfuerzo, porque a ellos nadie las ha dado nada, de esos que crean un chiringuito de la construcción y se creen Steve Jobs (si lo conocieran), de esos que usan trajes caros sin tener idea de estilo, sólo para fardar, de esos que arrastran un machismo cavernícola que te duele el alma de ver cómo tratan a sus mujeres (y a otras que no lo son), de esos que sobornan alcaldes, chantajean a municipios enteros con el despido de toda su plantilla, arrasan el territorio sin contemplaciones (con lo bonita que es galicia y lo poco construida que estaba!), y si se tercia, arrasan el patrimonio histórico también. Y aún me dejo cosas.
No sabe de que datos esta hablando y por supuesto, tampoco da los suyos porque no tiene NPI.«No son tantos como dicen los de la construcción que finalizan. No me encajan los datos».
Las visitas son menos pero se mantienen, pero fue cosa de unos dias...«Hubo ahí unos días en que transmitieron que esto iba a explotar y se notó en las visitas de los clientes y en las ventas de pisos. Ahora volvemos la normalidad en las visitas de los clientes y en las ventas, son menos, pero se mantienen»
De esto en Murcia también tenemos un rato. Empresarios garrulos, clientes y farloperos los que quieras. Se han cargado la huerta (aún recuerdo cuando Murcia era verde), se han cargado el campo, bosques, espacios protegidos, patrimnio cultural (escudos heráldicos, excavaciones,...).Nunca en la vida conocí a tanto empresario mafioso, garrulo, pepero y cliente todo junto, de esos que fardan de su colosal esfuerzo, porque a ellos nadie las ha dado nada, de esos que crean un chiringuito de la construcción y se creen Steve Jobs (si lo conocieran), de esos que usan trajes caros sin tener idea de estilo, sólo para fardar, de esos que arrastran un machismo cavernícola que te duele el alma de ver cómo tratan a sus mujeres (y a otras que no lo son), de esos que sobornan alcaldes, chantajean a municipios enteros con el despido de toda su plantilla, arrasan el territorio sin contemplaciones (con lo bonita que es galicia y lo poco construida que estaba!), y si se tercia, arrasan el patrimonio histórico también. Y aún me dejo cosas.
Y encima vienen con amenazas.
Cuanta ralea junta.
Ojalá la burbuja les pete en los mismos morros, porque esta subespecie de orangutanes son tan burros que ni se habrán salido aún del tocho. Deseandito estoy de ver a unos cuantos triunfadores de estos bien arruinados.
Por cierto, lo del patrimonio lo decía porque me conozco yo demasiado bien a uno que para construir unos pisos, tiró una casa que tenía una fachada protegida porque en ella había un escudo del s.XVII. Como estaba acostumbrado a hacer las cosas por sus narices, ésta la hizo también. Para su desgracia, las leyes de patrimonio son de lo más estricto que hay en este país de pandereta (si se te mueren obreros o defraudas a hacienda o haces un mega destrozo ecológico, cosas muy habituales entre gente de esta ralea, tienes menos números de que te trinquen) y lleva como 15 años de juicios, hartándose de pagar multas y fianzas, con el miedo de ir a la guandoca, pasando noches sin dormir. La última vez que le pregunté por el tema, me dijo así con cara de agobio profundo que si hubiera tenido la más mínima idea de lo que se le iba a venir encima, ni loco lo hubiera tirado, que ese puñetero escudo le había quitado años de vida a base de disgustos. (Y cómo me reí yo para mis adentros...)
El ladrillo se enfría en A Mariña
La costa de Lugo, paradigma del bum urbanístico gallego de los dos últimos años, también sufre los efectos de la recesión económica y la crisis inmobiliaria
«Antes ponías el letrero en la finca y antes de comenzar la obra ya vendías pisos, pero ahora hay que ir a buscar a los compradores a todos lados, a Madrid, León... donde sea». Un constructor y propietario de una inmobiliaria de A Mariña que prefiere mantenerse en el anonimato sintetiza así una impresión generalizada. La costa lucense, paradigma del bum inmobiliario gallego en los últimos dos años, también sufre los efectos de la desaceleración económica.
El que el promotor no quiera identificarse no es casual. Casi todos prefieren figurar en un segundo plano por una razón, para que ni por casualidad se les pueda relacionar con alguno de los conflictos abiertos con la Dirección Xeral de Urbanismo. Porque con la intervención de la Xunta suspendiendo las normas subsidiarias de Barreiros y su decisión de solicitar la anulación de licencias de edificios en Barreiros, Foz y Cervo se empezó a fraguar una crisis en el sector inmobiliario que la coyuntura nacional (el desplome de la demanda y la subida de tipos de interés) consolidó.
Obras más lentas
«Yo creo que sí bajó la venta de pisos. Los constructores dicen que sí y lo que noto es que se ralentizó el ritmo de las obras. Parece que van más lentas», señala Fuente Parga, alcalde de Barreiros.
La situación es pareja en toda la costa de Lugo, pero al entender del propietario de una inmobiliaria asentada en Ribadeo la intervención de la Xunta fue un golpe durísimo que noqueó a más de uno: «Por ejemplo, el efecto en Barreiros fue radical, por las noticias que se difundieron por todo el país. Eso el comprador lo sabe». A su entender los precios se mantiene, pero no descarta una rectificación a la baja. Opina así por lógica: «Si tienes una obra levantada y no vendes, ¿qué vas a hacer?».
«Vacas flacas»
Jesús Irigoyen, portavoz de la asociación provincial de empresarios de la construcción en A Mariña, reconoce que las ventas de pisos pasan por un momento difícil: «Mi opinión es que hemos pasado por una época de vacas obesas y ahora vienen las flacas. Si bajan los proyectos visados es porque no se venden pisos». A su entender, es difícil que los precios bajen más: «Eso no resolvería la crisis», dice y ante posibles suspicacias añade: «De momento no conozco casos de quiebras ni de suspensiones de pagos en empresas. Pero todo el mundo está haciendo sus cuentas y seguramente hay operaciones que se han deshecho».
Técnicas de venta
Lejos quedan los casos de grandes inmobiliarias, fundamentalmente de Madrid, que hacían reservas de plantas enteras de edificios. También las operaciones para revender cotizan a la baja mientras los carteles anunciando la venta de fincas y parcelas ya no son algo inhabitual.
Ahora se impone la prudencia y la imaginación. Hay empresas que, sin bajar los precios, complementan sus ofertas regalando plazas de garaje, cocinas amuebladas e incluso todo el mobiliario del piso, que instala una cadena nacional de grandes almacenes.